

Enmarcada dentro de las leyes de economía aplicada, existe una que sobresale por la gran cantidad de aplicaciones que tiene asociadas. Se trata de la ley de Pareto. Esta ley fue enunciada por primera vez por Vilfredo Pareto, un filósofo, sociólogo y economista italiano, gran observador y amante de las técnicas empíricas, como demuestra con su práctica ley del 80/20
¿Qué es la ley del 80/20?
La ley del 80/20 es una ley o regla determinada por Pareto debido a sus observaciones (empirismo) de la sociedad italiana de la época. Pareto se percató de que el 20% de la población poseía el 80% de las riquezas, y comenzó a trasladar esta relación a todos los ámbitos de la vida: el 20% de las empresas generan el 80% de los beneficios, el 20% de los trabajadores generan el 80% del trabajo, etc.
Esta regla ha llegado hasta la actualidad, siendo de gran utilidad en multitud de procesos.
Cabe remarcar que ha sufrido ciertas modificaciones o revisiones a lo largo de la historia, habiendo personas que han hecho la regla más estricta (como la regla del 95/5) o la han relajado (como por ejemplo, la regla del 60/40).
¿Qué aplicaciones tiene la ley de Pareto?
La ley de Pareto se aplica en entornos tan dispares como pueden ser la informática, el control de calidad, marketing, investigación, y así un largo etcétera.
Con esta ley se pretende conseguir, independientemente del campo donde se aplique, la eficiencia, puesto que indica que un 20% del esfuerzo genera el 80% de los resultados (cambiando la pareja esfuerzo-resultados por cualquier otra pareja de palabras viene a significar lo mismo, como puede ser empleados-trabajo, publicidad-clientes, etc).
A pesar de la sencillez de esta regla, la gran complicación reside en determinar qué individuos, procesos o elementos se encuentran dentro de ese 20%. Ya reza un viejo dicho en el mundo de la publicidad lo siguiente: “Sé que estoy desperdiciando el 50 % de mi inversión publicitaria, el problema es que no sé de qué 50% se trata”.
Si no hay posibilidad de determinar dónde se ubica este porcentaje, la aplicación de la ley de Pareto es nula.
Aplicación de leyes económicas para la mejora de la empresa
Una de las técnicas que los empresarios disponen a su alcance consiste en aplicar los conocimientos prácticos del mundo económico para aumentar el rendimiento de su empresa. Considerada la ley de Pareto como uno de los principios básicos que permiten aumentar la eficiencia y disminuir el trabajo, los empresarios deberían prestar atención a su corolario y aplicar dichos porcentajes en sus propios negocios.
Así pues, se puede aplicar dicha ley a los clientes: el 20% de los clientes generan el 80% de los ingresos. Determinar cuáles son estos clientes puede resultar sencillo con echar un vistazo a la cuenta de pedidos. Pero esta operación se puede refinar (y complicar a la vez) si se aplica otra vez la ley, pero en esta ocasión, se trata de determinar qué 20% de los clientes generan el 80% de los problemas.
Al cruzar estos datos, es posible encontrar clientes que están dentro del primer grupo (los que generan los beneficios) y fuera del segundo (los que generan los problemas), siendo este perfil de cliente el idóneo para una empresa.
Usar, refinar y aprovechar la ley de Pareto
Esta herramienta se puede usar y refinar en cada empresa, siendo el responsable de la compañía el que define los criterios que se desean buscar, y como deben evolucionar dichos criterios y porcentajes.
Ya comenta el autor del libro La semana laboral de 4 horas que todas estas herramientas están ahí para ser aprovechadas por los emprendedores, pero muy pocos lo hacen, y eso puede marcar diferencias.
Fuente: suite101.net