
El restaurante de IKEA cada vez se parece más a un comedor social por culpa de la crisis. Mucha gente se acerca hasta allí, no para comprar muebles, sino sólo para conseguir un plato caliente barato.
La crisis aprieta y hay que ahorrar en todo, incluido la comida. Por eso ofertas como las que promociona la tienda de muebles están convirtiendo la cafetería del Ikea en algo parecido a un comedor social. Cada vez hay más gente que ni siquiera va a comprar a la tienda. Es el caso de Lorena, ella y su familia van varias veces a la semana. “Aunque no venga a comprar, vengo a pegarme una vuelta, a lo mejor por un perrito que es muy barato, vale 50 céntimos y por lo menos dos veces a la semana sí que venga a merendar o a comer”.
Menús que no suelen pasar de los cinco euros son el recurso al que se agarran ciudadanos ahogados por la crisis económica. Es el caso de Luis, que además lleva a su vecino, sin trabajo y con una pensión de 350 euros. “Le he traído, se ha venido con el tupper y ha cogido las albóndigas. A un euro 20 albóndigas, es un chollo tal y como está la vida hoy en día”.
Aquí pueden comer barato y caliente. Los precios permiten que vengan casi a diario. “Te sientas ahí hay veces que te conoces a la gente que va porque hay mucha gente que va habitualmente”, cuenta Lorena.
Hay quien incluso aprovecha no solo para comer sino para llevarse más raciones a casa. Destacan sobre todo el precio, pero también la cantidad. Cuentan que por muy poco dinero te llenas, y comen familias enteras. Desde hace unos meses los mínimos presupuestos con los que cuentan miles de familias españolas abarrotan estas cafeterías para poder llenarse el estómago.
Para ver vídeo y fuente: lasexta.com