
Articulo escrito por Roger Senserrich, politólogo y colaborador de la plataforma Politikon.es. Politikon es un grupo de análisis sobre política, ciencias sociales y actualidad fundado en 2010.
España lleva cinco años en recesión. Las cosas van mal, y vamos a peor; los datos de paro son espantosos, la situación presupuestaria atroz y la inoperancia de la clase política casi infinita. Es muy, muy difícil ser optimista estos días, ciertamente.
Aún así, hay motivos para pensar que quizás, sólo quizás, hay luz al final del túnel. Está lejos, ciertamente, y aún es muy tenue; no podemos confirmar si es el sol o una locomotora que viene de cara. Pero diría que uno puede montar una hipótesis como mínimo medio plausible sobre cómo y cuando acabará la crisis. Charles Butler, en Ibex Salad, enlaza un informe del Arcano Group con una explicación bastante razonable. Las ideas principales son:
- a. El país, tras años de crisis y espantosas contracciones salariales, está recuperando la competitividad – véase costes laborales unitarios, por ejemplo.
- b. Estamos exportando como cosacos, y el sector turístico sigue siendo increíblemente competitivo – véase las exportaciones en los últimos años. El déficit por cuenta corriente lleva una temporada en superávit, sin ir más lejos.
- c. Los problemas de la banca están en vías de solución, con el gobierno y la UE finalmente poniendo el dinero que hacía falta.
- d. Los gobiernos autonómicos están por fin haciendo los ajustes fiscales que necesitaban, con el país poniendo sus presupuestos en orden.
- e. Los precios de la vivienda parece que tocará fondo el año que viene.
La idea central de estos cinco puntos es simple: la gigantesca subida de la tasa de paro ha acabado por destruir la el poder adquisitivo de los asalariados lo suficiente para conseguir recuperar la competitividad, sea vía destruir empresas ineficientes o asustando todo el mundo como para aceptar recortar salarios. Esto, combinado con un nucleo empresarial sólido (las grandes compañías españolas son muy eficientes) han conseguido que estemos volviendo a exportar, poco a poco. La crisis seguirá empeorando durante los próximos meses debido a la gigantesca contracción fiscal este año y el que viene, pero este ajuste dejará de ejercer de freno el año 2014. Con los bancos finalmente recapitalizados, el sistema financiero estará listo de aquí 18-20 meses para empezar a ayudar.
¿Optimista? la verdad, un poco sí. El sector exportador y el turismo van a ser motores en la economía, pero el primero es aún relativamente pequeño (no somos Alemania, al fin y al cabo) y el segundo puede crecer, pero no es infinito. La situación política no está precisamente para tirar cohetes, con cierta región haciendo ruido sobre secesiones, y me cuesta creer que en un país donde la contabilidad creativa es un deporte nacional realice ajustes presupuestarios serios. Y por descontado, la patética, lamentable falta de reformas estructurales de calado garantiza que cualquier conato de crecimiento se propague con increíble lentitud por toda la economía: el mercado laboral sigue siendo un manicomio, abrir empresas es un peñazo indescriptible y hay cantidad de sectores horriblemente cerrados a la competencia. Todas las recuperaciones económicas tras una crisis financiera son lentas y dolorosas, y las rigideces de la economía española la retrasarán aún más.
La crisis tiene que acabar algún día, ciertamente; las cifras siguen siendo espantosas, pero hay un camino para salir de esta. Es triste que la inacción del gobierno (y su extraordinaria torpeza negociadora en muchos temas) haya contribuido a que probablemente no empecemos a ver mejora hasta finales del 2014. Y eso con suerte.
Un último detalle: contemplad esta gloriosa gráfica detallando dónde tienen los españoles sus ahorros:
“Real estate” es ladrillo, esencialmente. La pequeña obsesión con comprar chabolas española es realmente única.
Fuente: politikon.es