
Javier Fernández reclama a los bancos «responsabilidad para conjugar su legítimo interés financiero con el compromiso con los asturianos»
«Espero que empecemos a reinstaurar procesos meritocráticos en España», dijo ayer el sociólogo y economista Emilio Castilla instantes antes de recibir de manos de Josep Oliu Creus, presidente del Banco Sabadell, y de Javier Fernández, presidente del Principado, el premio Fundación Banco Herrero. El galardón, que se entregó ayer por duodécima vez, fue concedido a Castilla por sus investigaciones sobre los aspectos organizativos del trabajo, en los cuales pone el acento sobre el papel de los sistemas de recompensa y evaluación.
A juicio del sociólogo, España se encuentra en un estado de depresión social provocada por la recesión económica. En Estados Unidos, contrapuso, «la gente no ha renunciado a sus sueños pese a la crisis» y resaltó la necesidad de reinstaurar en España la «ilusión por trabajar» y alcanzar unas condiciones satisfactorias a nivel sociológico y económica.
El premio Fundación Banco Herrero «es la expresión más importante de la relación y vinculación de la entidad con el Principado» apuntó Oliu, quien destacó que en esta edición recae sobre la «trayectoria brillante de un joven español con un gran pasado y un gran futuro». Javier Fernández, que compartió con el presidente de la entidad financiera la labor de entregar el galardón, aprovechó el momento y el lugar para pedir a los bancos «responsabilidad para conjugar su legítimo interés financiero con el compromiso con los asturianos».
Añadió que las entidades asturianas, entre ellas el Banco Herrero, «han dado muestras de esa responsabiliad. Nada tienen que ver con las fantasías financieras de algunos, ni mucho menos con las prácticas de dudosa moralidad de otros». Destacó que un ciudadano tiene que saber que no se le «cerrarán las puertas» cuando solicite un préstamo, servicio que tildó de «antídoto necesario para aumentar la confianza y disipar el miedo».
Ya con el premio en sus manos, Castilla, que es licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona, doctor en Sociología por la Universidad de Standford y trabaja desde 2005 para el Massachusetts Institute of Technology, destacó la desigualdad y la injusticia social, campos de estudio a los que ha dedicado un «esfuerzo considerable», como «dos de los problemas más agudos del mercado de trabajo». Alabó el sistema de recomendaciones que utilizan algunas empresas en Estados Unidos, siempre y cuando «se evite el amiguismo, el nepotismo o el enchufismo», y resaltó las recompensas económicas como elemento para animar a los empleados a «que trabajen más y mejor». Denunció, sin embargo, que estas prácticas pueden llevar en ocasiones a desequilibrios e injusticias, habiendo constatado en sus trabajos que pese a tener una valoración igualmente positiva por parte de la dirección, en las empresas aún existen discriminaciones basadas en factores como el género.
Las empresas españolas, en lo que se refiere a incentivar a sus trabajadores, están lejos de las norteamericanas o las alemanas, en las que se utilizan «sistemas de alta motivación» que contribuyen a mejorar «su competitividad económica y social», sostuvo Castilla.
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