
La “economía social”, que busca desarrollar un modelo económico sustentable y alternativo a la economía de los mercados financieros está en marcha en España. En distintos puntos del país europeo, sumido en una profunda crisis económica que ha dejado ya al 26% de la población activa en desempleo, han surgido alternativas económicas como las “monedas sociales” o los “bancos de tiempo”, destinados a crear redes de solidaridad y paliar los efectos de la crisis.
Desde el año 2007 España ha pasado de tener una tasa de desempleo del 8,3% a superar el 25%, es decir, hay alrededor de seis millones de personas buscando un empleo. Además, uno de cada dos jóvenes menores de 25 tampoco puede trabajar. Esta situación ha sumido al país en la recesión económica y ha llevado a que múltiples familias no dispongan de recursos para hacer frente a sus deudas con los bancos, perdiendo en consecuencia sus hogares.
Ante esta situación la sociedad civil está buscando crear sus propias alternativas económicas, entre las que se encuentran las “monedas sociales” y los “bancos de tiempo”. Los bancos de tiempo están formados por grupos de personas que crean una red de intercambio de favores mutuos, lo cual les permite acceder a servicios como cuidados, peluquería, limpieza o transporte, sin gastar un solo euro.
Las monedas sociales son monedas complementarias al euro que sirven como “herramienta para crear otro tipo de economía, una economía local, solidaria, de relocalización, que genera un consumo más responsable y reduce la dependencia energética de combustibles fósiles”, según dijo a Espectador.com Marcos Rivero, uno de los fundadores de la moneda “Puma” que funciona en la ciudad de Sevilla, donde también usan las monedas ‘Jara’ y ‘Pepa’.
La moneda social permite a sus usuarios intercambiar productos o servicios sin utilizar euros. Quienes forman parte de estas redes consiguen alimentos, artesanías o productos de limpieza; así como servicios de albañilería, electricidad, transporte o fontanería, entre otras cosas. Así, logran reducir su consumo en euros, paliando el efecto de la reducción de sus ingresos.
Rivero afirma también que “en estos momentos de crisis la moneda social es importante porque genera una actitud transformadora en la gente”. Esta herramienta de intercambio no existe solo en Sevilla, le preceden las iniciativas catalanas de la moneda ‘Eco’ o la moneda ‘zoquito’ que se usa desde 2007 en la ciudad de Jerez.
Desde el inicio de la crisis este tipo de iniciativas se ha extendido además a la localidad gaditana de El Puerto de Santamaría, donde usan el ‘Choquito’ o a Extremadura donde recién nació la experiencia de la moneda ‘EXpronceda’, que según su Web está destinada a “promover el comercio local y recaudar fondos para proyectos de diferentes asociaciones sin ánimo de lucro”.
Las monedas sociales, afirma Marcos Rivero, tienen como consecuencia que “nos permite vivir mejor con menos”, al tiempo que tenemos un mayor conocimiento del barrio”. Esto se debe a que los promotores de estas iniciativas suelen buscar la participación de los pequeños comerciantes de sus zonas, los cuales pueden optar por vender sus productos, o parte de ellos, en estas monedas en lugar de en euros. También son una alternativa para los agricultores locales que encuentran otra forma de vender parte de sus productos. No obstante, los impulsores de las monedas sociales insisten en que “la idea no es sustituir”al euro, sino complementarlo”.
Fuente: espectador.com