
La sociología es una ciencia que se ha encargado de estudiar la vida social del hombre, con todo lo que esa corta frase implica, desarrollando enfoques que se han encargado de dar una explicación a lo aquí denominado como vida social.
De este modo, la sociología cuenta con una habilidad especial frente a otros campos de estudio, y ello consiste en su capacidad para inmiscuirse en cuanta temática corresponda a la vida social del hombre, llegando a ser denominada como una ciencia imperial. Es así como nos encontramos con algunas subdisclipinas como: sociología de la religión, sociología de la desviación, sociología del conflicto, sociología cultural, etc.
En este punto es donde busco integrar el concepto de la sociología del deporte, una rama que en ocasiones se ubica en torno a la mencionada sociología del ocio, en otras situaciones como un campo autónomo o en determinados casos simplemente rechazada por la “trivialidad” de los contenidos que en sí el deporte ya supone para una facción de la intelectualidad. Bajo esa óptica, es posible visualizar rápidamente como el campo no ha sido delimitado de forma clara para poner en marcha un proyecto riguroso de estudio desde una visión sociológica.
Al respecto, bien vale la pena destacar que la sociología del deporte tampoco es un tema tan marginal como se podría llegar a interpretar en el párrafo anterior, sólo trato de poner de modo manifiesto algunos de los “inconvenientes” que no permiten un avance en esta subdisciplina. Sobre lo anterior, es posible destacar propuestas como: International Sociology of Sport Association (ICSS) o Comité Internacional para la Sociología del Deporte, en Norteamérica; North American Society for the Sociology of Sport (Nasss); Sociology of Sport Journal; la Universidad de Leicester y su subdivisión enfocada en este campo; entre otras organizaciones esencialmente Nortemericanas o Europeas.
La importancia para la sociología del deporte
En la actualidad, sólo es necesario encender un computador, un televisor, una radio, un smartphone o ingresar a una charla de la vida diaria para darnos cuenta del papel que ha tomado el deporte en las distintas capas de la vida social. Noticias, datos, rumores, análisis y una gran suerte de contenidos son desarrollados en torno al campo del deporte y es que los medios de comunicación, la inmensa cantidad de capital económico, los temas de violencia en los estadios, el prestigio y la identidad tanto nacional como local, el reforzar lazos entre amigos o el simple hecho de romper el hielo para iniciar una conversación son elementos que enseñan hasta donde el deporte se ha entrometido en la vida social.
Con ese simple acercamiento a lo que representa el deporte en las sociedades industrializadas modernas, ya es posible plantear el campo del deporte como un terreno fértil para ser estudiado desde diferentes ámbitos como el de la sociología, pues ese carácter trivial respecto a temas más tradicionales supone un sesgo frente a lo que la cotidianidad plantea.
Finalmente, a este aspecto se le debe añadir que la ampliación del campo de estudio de la sociología del deporte ha venido creciendo de forma signitifcativa en el último tiempo desde las ciencias sociales, motivo por el que se ha reducido tal vez uno de los puntos más críticos que consistía en tomar como centro de análisis el aspecto fisiológico o biológico, olvidando un sinfín de características más que deben ser estudiadas desde lo social, superando de tal modo el determinismo biológico que se dio en determinado momento al tratarse de una temática estudiada casi que únicamente por: biólogos, médicos, fisioterapeutas y similares. Igualmente, esto no significa la práctica de un determinismo cultural o social, pues en nuestro reconocimiento como seres humanos hay un apartado biológico que no puede ser desconocido y más aún en un área como el deporte.
Un acercamiento Eliasiano a la sociología del deporte
De tal modo, vale la pena destacar el caso de algunos autores que avanzaron una concepción del deporte mucho más acertada desde lo social, como el caso de Norbert Elías y Eric Dunning. En ese sentido, el deporte bajo la óptica de ambos autores se ve reflejado en algunos libros y presentaciones, donde destacan esencialmente: Deporte y ocio en el proceso de la civilización o El fenómeno deportivo.
Eric Dunning en el último libro mencionado, tomando la teoría Eliasiana como eje presentada esencialmente en el libro El proceso de la civilización, deja en claro varios puntos en lo que respecta al deporte, partiendo de una definición que lo considera como esa actividad que supone una liberación, una pérdida de las autocoacciones que bien desarrolla el propio Norbert Elías en su obra. Ese inicio para explicar de manera un tanto vaga –después ahonda mucho más en ello- lo que representa el deporte es enseñada en torno a las comparaciones con estados de locura que se le suelen atribuir a dicha actividad o a un desbordamiento de emociones que cada vez son más difíciles de dejar salir a flote en una sociedad más “civilizada”.
Así mismo, al deporte se le ha ido asignando un valor relevante en las sociedades industriales avanzadas y relativamente civilizadas como un medio de liberación ante el aburrimiento y la falta de emociones que la cotidianidad supone, –en caso de ser ejercido voluntariamente, pues como actividad profesional hay otras características para analizar- teniendo en cuenta la ejecución del mismo o el placer intelectual de observar tácticas, estrategias o sentirse maravillado ante el “valor estético” de una ejecución.
Otro punto que se afianza en el deporte corresponde con la identidad y el carácter de este aspecto en la vida de un seguidor de este tipo de actividades. En ese sentido, la identificación con un club local, nacional, de un gremio o similares juega un papel importante en la vida de las personas que giran en torno al campo deportivo, y ello puede ocurrir en personas que incluso pueden afirmar no tener nada que ver el deporte, pues el juego de sus hijos en un campeonato escolar o un encuentro nacional como Los Juegos Olímpicos consiguen despertar ese síntoma de la identidad.
Sobre la identidad, se pueden plantear algunas cuantas cuestiones, sin pretender resolver el problema, pues supone una multitud de variables que serán bienvenidas para su respectivo tratamiento en su momento.
La identidad en el deporte
Retomando las palabras de Dunning, es necesario considerar tres aspectos sobre la identidad; lapreocupación por el deporte en sí mismo, lo que significa dar importancia a nuestra participación en la actividad si la estamos ejecutando o en su defecto a preocuparnos de la activida
d de los que están participando; estar comprometido con la victoria, por esa competitividad que el deporte despierta; la identidad como tal, pues en el terreno de la competitividad está en juego nuestra propia identidad o en su defecto en caso de ser espectadores, está en juego nuestra identificación con un deportista o uno de los equipos (Dunning, 2003: 13).
Ahondando un poco más en el tema de la identidad, podemos considerar algunos puntos básicos. En el proceso de individualización, en ese juego de interdependencias que se da en la vida social, el sujeto logra formar un “yo”, es desde allí, donde al relacionarnos con otros se establecen lazos con otros que no son ni muy cercanos ni muy lejanos, lo que refleja una laxitud entre la autonomía y la dependencia. En este sentido, el sujeto forja una interdependencia con sus padres, amigos, hijos o también una interdependencia indirecta con colectividades como las naciones, grupos étnicos, etc. De tal modo, al pertenecer a una colectividad estamos tanto incluyendo como excluyendo, por tanto creamos sentimiento positivos o tal vez negativos, lo que significa relaciones de hostilidad y competitividad con otros grupos, acercándonos a una idea un tanto más deportiva en relación a la identificación con un club, un jugador, etc. (Dunning, 2003: 14-15).
Igualmente, la identidad a un nivel más individual nos acerca a las valoraciones que pueden ejercer los otros o nosotros mismos de acuerdo a un nivel o jerarquía en algún concepto vinculado con el deporte (conocimientos estadísticos, capacidad técnica, etc.) pues dependiendo de qué tan “buenos” o “malos” seamos ello podrá ser considerado como una prueba a la identidad, al ser una prueba para la opinión.
El deporte como religión
Un aspecto más que ha cobrado vigencia de la mano de un autor clásico como Durkheim es la consideración del deporte como una “religión suplente”, un suceso que puede ser ejemplificado con el fútbol, donde la idolatría a un club en particular e incluso a un jugador con el que el fanático se ve identificado adquiere las características mencionadas por Durkheim en su obra al mencionar elementos como la efervescencia colectiva.
De tal modo, es posible esbozar ideas en donde el deporte se considera como una religión suplementaria, tomando como base la ya tan parafraseada idea de Marx para como es costumbre volver a parafrasearla…el deporte es el opio del pueblo.
Deporte y género
Sin dudas, la participación de la mujer es un tema que no se puede dejar pasar por alto, ya que la integración de la mujer en los deportes ha conseguido dar pasos gigantescos, lo cual supone una “lucha de los sexos” en la que un área considerada como masculina ve como las antiguas concepciones van cambiando, lo que supone una modificación de la identidad masculina en torno al deporte.
En ese sentido y haciendo alusión a las ideas presentadas respecto a la identidad y la opinión pública que se puede formar sobre el sujeto de acuerdo a su habilidad para determinadas situaciones, un punto clave consiste en la cada vez mayor presencia de las mujeres en el campo deportivo, lo que en términos de identidad genera un área para considerar.
Así mismo, en el terreno del género son muchas las puertas que se nos abren para tomar en consideración esa temática respecto al deporte.
Hooligans, Tifosi, Torcida, Barras bravas…¡sí, no olvidé el tema más estudiado!
Como es de esperarse, el hooliganismo no puede ser olvidado, ya que uno de los aspectos más estudiados en relación a estos temas tiene que ver con la violencia que despierta el deporte, por lo cual la invitación consiste en avanzar más en otras ramas del campo como por ejemplo la educación en el deporte, la identificación, las representaciones sociales, la ideología, el deporte como religión suplementaria, la lucha de los sexos ya mencionada, la nueva participación de la mujer, entre muchas otras variantes.
Más allá de considerar otros temas, la violencia que despierta el deporte, especialmente en lo que respecta al fútbol es un punto que debe ser estudiado y para ello las ideas de Norbert Elías y Eric Dunning resultan fundamentales en esa concepción de civilización, la autocoacción y el repliegue de las emociones.
Conclusiones
El presente texto no es muy ambicioso, simplemente trata de hacer un breve recuento en torno a la sociología del deporte, mencionando aspectos básicos de ciertas ramas que ya han sido estudiadas desde la ciencia social sobre el deporte, pero bien vale la pena reflexionar sobre otros puntos como: educación, la formación de la identidad, el carácter transnacional del deporte, los factores biológicos que inciden en lo social, entre otras categorías que se han venido mencionando.
Bibliografía.
Dunning, Eric (2003). El fenómeno deportivo. Editorial Paidotribo, Barcelona.