Es un tema muy interesante, que en efectos suele ser menospreciados en los estudios sobre innovación. También cuestionaría que los rezagados sean necesariamente resistentes al cambio, conservadores o tradicionalistas; podrían ser tales simplemente porque la innovación no les ha convencido, es decir, que no la ven como una mejora con respecto al pasado. Partiendo desde este punto plantearía que el tema de los “laggards” entronca con el del valor (cultural y social) de las innovaciones. Por definición, una innovación no es solo algo “nuevo”, sino también “mejor” con respecto a lo anterior. Pero, ¿quién decide lo que es mejor? Esto dependerá del tipo de criterio utilizado por evaluarla, así como de los individuos o grupos que lo hacen. Y es exactamente desde aquí donde, a mi parecer, se abre un interesante y más amplio campo de investigación.

Responder