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Blog de Ciencias Sociales y Sociología | Ssociólogos

¿Es legítima la violencia política en democracia?

febrero 3, 2014

Según parece las obras del Gamonal van a paralizarse por el momento. Algunos incluso afirman que no se reanudarán, pero a quien le ha sentado peor esta paralización ha sido, sin duda, a la prensa al servicio del Gobierno, que no ha dudado de tildar esta victoria parcial de los vecinos del barrio como un triunfo “de la extrema izquierda”.

Los vecinos del barrio obrero de Gamonal han tomado oficialmente la calle. Foto: Agencias
Los vecinos del barrio obrero de Gamonal han tomado oficialmente la calle. Foto: Agencias

Hay que recordar, llegados a este punto, que cuando gobernaba Zapatero fue González Pons quien animó a los españoles a imitar a los egipcios (por entonces inmersos en una revolución contra su gobierno), en una manera bastante cobarde de trasladar al colectivo social la impaciencia que tenía por entonces el Partido Popular en llegar al gobierno.  

La pregunta es tan sencilla como compleja: ¿está justificada la violencia política en un sistema democrático plenamente consolidado? Dejando a un lado la calidad de nuestra democracia, o su deterioro desde que gobierna el PP, es indudable que la democracia española, después de 40 años de funcionamiento, puede definirse como estable y sólida, por lo menos en su estructura principal. No quiere decirse con esto que en las democracias modernas los conflictos no sean, muchas veces, escenificados de manera externa e incluso violenta, con manifestaciones inicialmente pacíficas que con el tiempo se convierten en radicales.

Pero esto entraría dentro de la acción colectiva de los movimientos sociales organizados, algo que no ha existido como tal en el caso del Gamonal ya que hablamos no de una organización concreta como puede ser la PAH, sino la movilización mayoritaria del principal barrio de Burgos. Pasamos, por lo tanto, de una especie de repertorio colectivo moderno como el “escrache” a una forma más antigua de resistencia zonal como podrían ser las barricadas. En Gamonal, podría decirse, se han escenificado unas barricadas del siglo XXI.

¿Cómo se ha llegado a este marco de manifestación intensiva y sostenida? Por la ineficacia de los cauces normales existentes en democracia para canalizar los conflictos y llegar al consenso entre las partes implicadas. Es decir, un ayuntamiento que aprobó un proyecto para un barrio que no lo quería, que lo rechazaba, que atacaba a sus condiciones cotidianas de vida, y que no quiso escuchar los primeros intentos de los vecinos de abrir un diálogo para paralizar o modificar los planes urbanísticos al respecto para evitar el conflicto que estalló en todas sus consecuencias.

¿Cuándo estalla un conflicto de tal magnitud en democracia? No sé en otros países, pero en uno como el nuestro esto sucede cuando la institución que controla el poder está decidida a ejercerlo sin escuchar a su sociedad y a ejecutarlo aunque perjudique a miles de vecinos. Cuando en democracia no existe posibilidad de diálogo porque el gobierno, sea municipal o nacional, ejerce su poder de manera autoritaria e impiadosa.

Cerrar los cauces pacíficos

Surge entonces la oportunidad política de abrir otros cauces de lucha para canalizar la postura correspondiente dentro del conflicto tratado. No se trata, por lo tanto, que los vecinos del Gamonal se levantasen una mañana y decidiesen ir, porque sí, a las barridas, sino más bien que el alcalde de Burgos cerró todos los cauces pacíficos y democráticos para poder solucionar un marco evidente de controversia.

La solidaridad también se ha extendido por toda España con los vecinos de Gamonal. Foto: Agencias
La solidaridad también se ha extendido por toda España con los vecinos de Gamonal. Foto: Agencias

La solidaridad también se ha extendido por toda España con los vecinos de Gamonal. Foto: AgenciasEl problema llega cuando dentro de estas manifestaciones existen conatos de violencia y son utilizados por los medios del régimen actual para deslegitimar cualquier acción de los vecinos y presentar el conflicto como un problema de seguridad causado por comandos itinerantes de extrema izquierda. Esta es la lectura que se ha intentado imponer desde la mayoría de los canales informativos al servicio del gobierno, mientras cada día que pasaba el propio Partido Popular iba comprendiendo que no habría otra salida que paralizar las obras, porque el alcalde de Burgos había perdido esta batalla de la información pero, sobre todo, de la decencia democrática.

Una vez que este conflicto parece llegar, por el momento, a su resolución parcial, también surgen grupos de la izquierda más acentuada para reclamar esta victoria como el camino para doblegar al gobierno del Rajoy, ya que aún le quedan 2 años de legislatura censitaria. Pero no podemos confundir la escenificación de un conflicto localizado y controlado como el Gamonal, con la situación que se podría crear a nivel nacional si en cada ciudad, por ejemplo, surgen manifestaciones y protestas permanentes contra la acción del gobierno.

Se darían las condiciones necesarias para medidas de seguridad excepcionales como el estado de sitio, mientras que los efectos o resultados de dicha acción colectiva a nivel nacional no estarían del todo claros, porque una revolución simultánea y extendida por toda España podría dar lugar a un estallido de conflicto civil de imprevisibles consecuencias.

La victoria parcial en Gamonal no es, por lo tanto, ni una victoria de la extrema izquierda, ni el camino a seguir en toda España. El recurso a la manifestación o a la violencia política en una democracia no son unos cauces ordinarios sino todo lo contrario, unos síntomas evidentes de que los cauces institucionales democráticos no están funcionando de manera deseada.

Por lo tanto, el objetivo de estas actuaciones en la calle no deben de ser una nueva forma de hacer política sino una llamada de atención para reconstruir el consenso político y civil que en nuestro país se ha deteriorado a marchas forzadas desde la llegada al poder de forma masiva del PP en el 2011. 

Artículo de Marcial Vázquez, visto en eldiariofenix.com

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