Los mercados no existen, como tampoco existen cualquier otro tipo de estructuras sociales creadas por el hombre. Son construcciones mentales, tipos ideales agregados en las palabras del sociólogo alemán Max Weber, que nos ayudan intentar explicar y dar sentido a la realidad social.

Los mercados son personas, individuos que realizan intercambios de todo tipo y que, a partir de la información de la que disponen, toman una serie de decisiones determinadas. Por lo tanto, no son los mercados, sino que son los inversores, los que han valorado que esos acontecimientos no suponen un riesgo para su estrategia de inversión, pero de ello no hay que deducir, de forma totalmente errónea, que al inversor las tragedias humanas no le importen o que sea una especie de psicópata o sociópata.

Responder