
El título de éste artículo, tienta con la trampa de creer que se trata de una frase y su traducción. Pero por el contrario la frase en inglés sirve de excusa; y la frase en castellano invita a desarrollar “Esas cosas que tiene Suecia”.
Los Países Nórdicos, suelen ser referencia de macroeconomía sana, ausencia de oscilaciones en el producto y altísima presencia del Estado en la economía.
Se conoce del ellos de manera convencional el importante gasto público respecto al PBI; y por consiguiente, excelencia educativa, corrupción cero y eficiente salud pública. Sin embargo, y más allá de la exactitud de dichas observaciones; aspectos como sus principales productos de consumo y exportación, sus parámetros culturales, y su entorno; son particularidades poco profundizadas o difundidas.
La web oficial de Suecia, auguraba datos sobre la industria forestal, la explotación petrolera, el hierro; y persiguiendo información al respecto clickeamos en www.sweden.se . Sin embargo la atención se ubicó sobre una información que ocupa un lugar central: Suecia anuncia en la portada de su web oficial, ser el mayor exportador de música para rankings de todo el mundo en relación al PBI. Contabiliza 52.000 entradas en los rankings mundiales de música entre 2001 y 2007; e invita a conocer los 8 motivos por lo que Suecia “Rocks”.
“Rocks”, que se traduciría como genial, vigente, en onda y hace clara mención a su enorme participación en el mercado mundial del rock; es una expresión atinada, para un país que persigue el crecimiento económico sin resignar bienestar general.
En este artículo se hablará de economía, pero referenciando a Roxette, ABBA, Swedish house Mafia, Europe, The Hives, The Cardigans, entre muchos otros. Lo interesante de la referencia no estará puesto en los gustos musicales puntuales (de hecho, el autor sólo se ofrece a defender un par de grupos y propuestas, pero no responde por el resto), sino en la particularidad de la “mirada nórdica”, que puede arrojar enseñanzas útiles en otras latitudes.
Suecia realiza una definición de política pública invirtiendo en la gestación y producción de bienes culturales, lo sustenta en ocho gestiones y celebra su resultado. Dicho proceso, tan ajeno a lineamientos de éstas latitudes, puede resultar útil para asimilar que el costo de invertir una cantidad de dinero en un sector o en otro sector, implica el mismo esfuerzo económico; pero la rentabilidad sumada al beneficio social que surja de cada una de las inversiones puede resultar muy diferente. Cambiar la mirada respecto a sectores que suelen considerarse gasto, puede generar una inversión que devuelva otro resultado.
Suecia es el tercer exportador mundial de música, con exportaciones de música por un valor de 900 millones de Dólares en 2010.
Las ocho razones suecas.
Suecia esgrime ocho razones por las cuales, con sólo 9.600.000 habitantes, juega un rol dominante en la industria musical mundial; y así se enumeran:
1) Las Escuelas municipales de música: manejadas por los municipios, de fácil acceso y difusión, acercaron y acercan los medios musicales a muchos lugares, otorgando un espacio y fundamentalmente confianza a chicos en edad escolar, para pasar por muchos instrumentos hasta descubrir en cual encuentran una pasión. Ian Haugland, baterista de Europe, da testimonio de que a los 13 años tocó su primer batería en una escuela municipal, a los pocos días de haber visto un baterista que lo marcó.
2) El canto en coros: 600.000 suecos cantan en 500 coros, convirtiendo a Suecia en el país con más coros per cápita. Influye su tradición folclórica, pero a su vez, los mismos son apoyados por el estado, dado que se consideran beneficiosos sobre la salud mental y el mantenimiento neurocognitivo de sus habitantes. Suecia es uno de los 20 países con Esperanza de Vida al nacer más alta del mundo.
3) “Al gobierno sueco, también le gusta el Rock”: Esta risueña razón, expresa el apoyo que reciben los suecos, desde organizaciones públicas para desarrollar su vocación musical. Desde las becas otorgadas por el Consejo Nacional de las Artes, hasta el Premio a la Música de exportación sueca, que desde 1997 ha premiado a Roxette, Robyn, Max Martin, The Hives, The Cardigans, entre otros. El gobierno sueco destina 151 millones de dólares cada año para financiar el inicio de carreras musicales o artes escénicas.
Los suecos conciben el éxito de los grupos más sobresalientes en el “apoyo que han tenido de la sociedad”, destaca un investigador universitario del sector, “Los músicos sobresalientes, de haber tenido que desarrollar otro trabajo para sostenerse, su éxito se hubiera diluido”.
4) Los suecos detrás de escena: No solo se han desarrollado músicos sobre el escenario, sino también detrás de escena. Un gran rol en este sentido lo juegan estudios musicales de Estocolmo, donde han grabado muchos artistas pop de fama mundial, que han compuesto en conjunto con productores suecos y han generado canciones que se convirtieron en hits mundiales. El productor sueco Max Martin, es la referencia más clara, dado su trabajo con Britney Spears, N’Sync, Usher, Kyle Minogue, entre otros; y la lista de productores y video-realizadores es muy extensa.
5) La independencia es muy valorada: Son muchos los artistas suecos que entienden el producto cultural y el proceso creativo como una organización, y valoran poder desarrollar todas sus aristas sin depender de un estudio comercializador. El rol que juega el Estado en el fomento de estas condiciones es vital. La nueva sensación de pop sueco, Robyn, es ejemplo de este fenómeno, al crear su marca, Konichiwa Records, donde comercializa la imagen, los discos, los shows, etc.
Otros ejemplos son: Today is Vintage Records, que fue fundada por el rapero sueco Rebstar; Rabid Records que está dirigido por el dúo de electro-pop The Knife, e INGRID, que es una etiqueta colectiva fundada por 13 artistas y músicos como Lykke Li y Peter, Bjorn & John.
6) La tecnología: Spotify es una plataforma de música por reproducción online; tiene 24.000.000 de usuarios, de los cuales 6.000.000 son de pago, es sueca y tiene su sede en Estocolmo. Es el ejemplo más acabado del salto que ha permitido la tecnología en el mercado sueco, no solo desde el punto de vista técnico respecto a la calidad de la música, sino también respecto a su difusión y posibilidades de comercialización. En el artículo del que se nutre esta nota simbolizan Spotify como el “boca en boca” de nuestros días.
No es el único caso, Lykke Li tiene más de 20 millones de consumidores de su música en SoundCloud, otro sistema de difusión musical.
El DJ sueco Tim Bergling, conocido como AVICII, organizó el proyecto “X YOU” que se conoce como la colaboración de música más grande del mundo, que reúne a 4.199 personas de 140 países, quienes aportaron 12.951 melodías, líneas de bajo, ritmos y efectos. Iniciativa posible y materializada gracias a la tecnología.
7) Eurovisión: Esta concepto hace referencia al espectáculo no-deportivo más visto en el mundo entero, el Festival de la Canción Eurovisión, que llegó a audiciones de 300.000.000 de espectadores. Pero paradójicamente, marca la pauta de una visión de difusión hacia la región que luego se traduce en una escala global.
El “Melodifestivalen”, (el autor de la nota prefiere ser prudente en arriesgar una traducción), es el programa más visto de la televisión sueca, con 4.000.000 de espectadores; y de allí surgen los participantes del Festival de Eurovisión. Suecia ha obtenido 5 triunfos en Eurovisión a lo largo de 58 ediciones, superado solamente por Irlanda que cuenta con 7. El caso que más trascendencia tomó, aun dentro de la historia del festival es el grupo ABBA, que ganó la edición de 1974, y de ahí disparó un fenómeno de escala planetaria.
8) El Efecto ABBA: Finalmente y relacionado al punto anterior, es inevitable no hacer mención a la chispa que encendió el fenómeno sueco. Ian Haugland, de Europe, remarca que “Los Artistas inspiran siempre a otros artistas”. “Existe una enorme tradición de música popular sueca, y probablemente The Spotniks inspiró a ABBA en los 70’s; ABBA inspiró a Roxette en los 80’s y así sucesivamente”.
Volviendo a las lecciones de la Economía
Dejemos por un momento el aspecto musical, y aislemos los conceptos económicos que se destacan como motivos para el desarrollo de esta industria: Acceso y calidad educativa, sentido de comunidad, apoyo gubernamental, networking, condiciones de mercado, soporte tecnológico, regionalización y un gran impulso inicial.
Ahora traslademos los ocho conceptos a cualquier industria, rama o producto; y veremos que las ocho condiciones resultan la clave indefectible de sostenibilidad y éxito.
El acceso y calidad educativa no sólo cumplen un rol formativo, sino que generan el ámbito perfecto para la experimentación y la alimentación creativa.
El sentido de comunidad y networking, fortalecen el proceso creativo mediante la difusión de ideas, la sociabilización de experiencias y recursos.
El apoyo gubernamental, entendido como decisión de la sociedad, sirve para interpretar una erogación económica en un objetivo de inversión y no de gasto, donde se persigue obtener bienestar general y renta económica.
La generación de las condiciones de mercado, son de vital importancia. No se trata de generar opciones que no persigan la productividad máxima, entendida como calidad creativa y artística en este caso. Sino de fomentar la gestación de agentes independientes que aprendan y desarrollen los medios para obtener resultados.
El Stock tecnológico, la visión regional y el “pseudo” fortuito shock inicial, potencian un fenómeno a un nivel de escala significativo, como para volver dinámico un sector que podría pensarse a priori improductivo.
Podríamos considerar la historia sueca, como el hecho de capitalizar la suerte del espontaneo efecto ABBA; lo que les permitió mediante la explotación de condiciones existentes y generación de nuevas condiciones, la creación de un mercado atractivo para su economía.
Sin poder asumirlo en sentido estricto, se cree que el orden de los ocho motivos no resulta casual, sino que marca las condiciones necesarias para “concebir” un sector de éxito; y siendo éste el caso, la educación jugaría el rol más importante, y la suerte el más ínfimo.
Cualquiera sea el análisis, resulta importante tomar nota:
Una unidad de dinero equivalente, invertida en diferentes sectores, puede generar rentas diferentes, y sobre todo niveles de bienestar diferente. Por tal motivo, resulta atractivo pensar en la generación de condiciones que permitan desarrollar sectores que persigan ambos objetivos; y superar dicotomías que parecen resultar falaces.
Es difícil determinar si primero se necesita un golpe de suerte o un “big push” para generar una economía dinámica; pero resulta mucho más probable que la suerte acompañe si la sociedad hace hincapié en fomentar estas ocho condiciones.
Imagen: MTV Europe