
¿Qué ha pasado en Venezuela en los últimos días? Es una pregunta que cualquiera se cree capaz de responder, pero la verdad es que es mucho más complejo de lo que pueden imaginarse. Con esto no afirmo que yo si sea capaz de responderla, de hecho, he tenido que esperar hasta ahora para poder escribir estas líneas porque me he quedado sin palabras ante la impotencia que siento y la tristeza que se apodera de mi al ver las terribles noticias de mi país, noticias que no he podido ni pienso naturalizar, que para mi nunca serán normales. Algunos, que nunca hayan vivido en Venezuela, podrán opinar lo que les parezca, como ya he leído artículos en este blog, y cuando los leo, aunque los respeto, entiendo por qué escriben lo que escriben y es porque nunca han vivido en Venezuela; y si es por opinar, todos tenemos una opinión sobre todo, pero el hecho es lo que marca la diferencia y ese hecho es el vivir en carne propia las situaciones que nos damos el lujo de comentar a diestra y siniestra.
Empezaré por un resumen de la situación. Hace poco, el 12 de Febrero, se cumplió un año del asesinato de dos jóvenes, Bassil Da Costa y Robert Redman, y de Juan Montoya, en la marcha celebrada en Caracas por el Movimiento Estudiantil para conmemorar el día de la Juventud y, además, alzar la voz contra las autoridades totalitarias que reinan en el país. Estos jóvenes fueron asesinados a tiros por personas ancladas al régimen y que hoy en día gozan de plena libertad. Para recordarlos – y a muchos otros que corrieron con la misma suerte- el pueblo salió a la calle nuevamente, a defender sus derechos. En Caracas no hubo tragedias, pero los días siguientes, en otros estados del país, las tragedias- de este tipo- son pan nuestro de cada día. El 24 de febrero, un Guardia Nacional Bolivariana, es decir, un militar que vela por los intereses gubernamentales, asesinó de un tiro en la cabeza a un estudiante de 14 años en San Cristóbal, Edo. Táchira. ¿Por qué? Por pensar distinto. También, el día 19 de febrero allanaron, sin orden ni ley ni justicia, la oficina del Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, llevándolo detenido. ¿Por qué? También por pensar distinto. Y es que en Venezuela, desde hace muchos años ya, el delito más grave que puede cometerse es llevarle la contraria al régimen, se paga con cárcel, incluso con la muerte.
Y todavía algunos creen que en Venezuela existe democracia. Si es así no me quiero imaginar el concepto que tendrán de Democracia, y el de Totalitarismo ni hablar!
Lo más cómico del asunto es que se siguen burlando de nosotros, han sacado una resolución, la 8610, que permite el uso de armas por parte de la policía nacional en las protestas, es decir, el régimen ha “legalizado” sus prácticas fascistas para esconderse detrás de la ley, pasando por debajo de la mesa la Constitución Nacional, madre de todas las leyes, y violando abiertamente los derechos humanos como la vida, el derecho a la protesta pacífica y la libertad de expresión, principalmente, promoviendo escenarios de violencia constantemente, creando pánico en la población –más del que ya existe- y destruyendo la poca esperanza que todavía puede existir en el corazón de los venezolanos.
El movimiento estudiantil ha hecho un llamado al Gobierno – más bien régimen- para que anule esta resolución, pero como es costumbre, éste ha hecho caso omiso a dicha petición.
Las razones para protestar en Venezuela son millones, entre ellas la inseguridad, la escasez de alimentos y productos en general, la economía, la corrupción, la burocracia, las colas infinitas, el desgaste emocional, la calidad de vida, en fin.
Como sociólogos sabemos que no hay una única causa que defina un fenómeno social, y Venezuela está como está por muchas causas, lo cual hace más complicada su solución y más complejo dar una opinión al respecto, opiniones, repito, serias, basadas en hechos, no en opiniones de terceros que escuchamos en la televisión ni mucho menos en ideologías previamente establecidas. En el caso venezolano hay que ser muy objetivos, la realidad es una sola y no puede esconderse.
En fin, la situación en Venezuela es realmente grave, acabo de poner sobre la mesa apenas algunas noticias relevantes, pero hay muchísimos otros casos que dan realmente ganas de llorar y decepcionan ante lo cruel que puede llegar a ser el ser humano y sobre todo el ser humano que, con tal de tener poder y mantenerlo, es capaz de asesinar.
En Venezuela se apresa a la gente que piensa diferente, porque ese es el mayor delito. El modelo de “justicia” se parece al expuesto por Kafka en “El proceso”.
Hablar de democracia en Venezuela es como hablar de la paz en Gaza, imposible hablar sobre lo que no existe. Por eso hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, dictadura, régimen, totalitarismo, como quieran, menos democracia.
Referencias bibliográficas
http://www.el-nacional.com/sucesos/San-Cristobal-militarizada-asesinato-PNB_0_580742153.html
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Fuente imagen: bbc