
Las nuevas formas de hacer turismo pasan por alquilar un apartamento durante nuestras vacaciones para saber si podremos sentirnos como en casa
Hay lugares que están de moda y otros que siempre lo estuvieron pero solamente para un determinado grupo social. Formentera es uno de esos espacios, que hechizan con su encanto natural, relajado y sosegado. No es la Ibiza de las fiestas hasta el amanecer, ni es la nueva colonia de la población Alemania.
Esta isla sigue virgen en muchas de sus formas, no solamente hablamos de sus paisajes, atardeceres y fiestas tradicionales, sino también del tipo de turistas que recibe, los cuales fascinados por su armonía y las posibilidades que ofrece deciden quedarse a hacer carrera. Al igual que Menorca, ambas islas se sitúan dentro de un panorama turístico más exquisito donde la paz, y la tranquilidad son sus grandes atractivos no solamente para hacer turismo sino para quedarse a vivir.
Marina tiene ahora 33 años, se licenció en 2007 en antropología social y dos años después en literatura comparada. Ella como otros muchos vivió la crisis de 2008 en primera línea, y tras probar suerte en el extranjero y en ciertas empresas editoriales, decidió que quería cambiar el rumbo laboral de su vida. Casualidad o no, conoció en la isla de Formentera el trabajo de un importante artesano José Marcos Garzón, quién con su marca Ishvara viste ya los mismísimos pies de Kate Moss. Marina fascinada por la isla y el talento de la misma decidió lanzarse ella misma a la aventura, y la cosa ha ido bien.
Primero un alquiler vacacional para sentirte como en casa
Y es que desde que la crisis comenzase allá por el 2008, la forma de hacer turismo, de comunicarnos, de comprar, de relacionarnos, viajar, y otros aspectos, ha dado un giro de 180 grados. Un claro ejemplo de estos cambios son las empresas que ofrecen hospedaje en esta isla como Holidu, ya que este tipo de alojamientos permiten ponernos en la piel de un local, para saber si podríamos imaginarnos residir en este lugar o no.
Así, al “turismo de hotel” no le ha quedado otra que remodelarse para no morir en el intento. En resumidas cuentas tratar de echarle un pulso a las nuevas formas de alquiler vacacional, que están revolucionando el panorama turístico tanto a nivel nacional como internacional. Porque antes vacaciones eran justamente eso, unas vacaciones, y no una oportunidad para probar tal vez un nuevo sitio de residencia. En el caso de Marina fue muy importante contar con un apartamento de estas características durante unos meses. Y así consiguió experimentar en la isla de Formentera lo que era: “sentirse como en casa”.
Pero es que ahora con la “democratización” de los viajes, las nuevas formas de trabajo online no hay porque quedarse en el mismo país de origen ni para ir de vacaciones ni para poder vivir. Hay muchos que se sienten atraídos por culturas más ajenas, lejanas y quieren experimentar más que el “ser turista” en un lugar de paso. La India fue en su día una de esas culturas lejanas que nos resultaron atractivas de cara al turista europeo, y ahora hay españoles afincados trabajando en la industria textil y turística, por citar algunas de las ocupaciones de los extranjeros residentes en India.
Abrir nuevos rincones del mundo a los turistas y a nuevas formas de hacer turismo es lo que está de moda, y de manera indirecta se contribuye a hacer del planeta una aldea realmente intercultural y no solamente como algo de paso.