
Emprender puede ser una experiencia algo dura, sobre todo si no se cuenta con suficiente dinero para poner en marcha el proyecto. A pesar de ello, son muchas las razones por las cuales cada vez más personas deciden convertirse en emprendedores, como por ejemplo la flexibilidad horaria, no estar bajo el mando de nadie y la satisfacción de haber creado un negocio capaz de cubrir las necesidades o solucionar los problemas de los usuarios, entre otras.
Sin embargo, el emprendedor puede experimentar sentimientos totalmente opuestos al mismo tiempo, ya que sentirá emoción e ilusión por hacer lo que realmente le apasiona, pero también miedo al fracaso y a perder el dinero invertido. Con el fin de eliminar sus temores, a continuación se ofrece una serie de consejos de gran utilidad que al menos darán respuestas a las preguntas más frecuentes que se suelen hacer los emprendedores.
Ten claros los motivos por los cuales deseas emprender
Evidentemente, una de las principales razones por las que una persona decide poner en marcha un negocio es la suma de dinero que podrá obtener a partir de su actividad. No obstante, el individuo no puede pensar que el dinero le caerá del cielo en grandes cantidades. Las ganancias solo llegarán con esfuerzo y perseverancia.
De todas formas, aunque para muchas personas el significado de emprendimiento sea la capacidad de poner en marcha un negocio desde cero para ganar dinero, este no debe ser el único motivo por el cual emprender. De hecho, muchos de los emprendedores que han alcanzado el éxito aseguran que el dinero no fue su prioridad al poner en marcha el proyecto con el que acabaron generándolo. Muchos de ellos se han movido motivados por el deseo de ayudar a los demás, sus ideales activistas o la pasión por su trabajo.
Por ello, se recomienda escribir en un papel las tres principales razones por las que el individuo cree que merece la pena emprender y asumir los riesgos que esto supone, sin incluir la ganancia de dinero. Una vez hecho esto, debe guardar dicho papel y sacarlo cada vez que tenga que sortear la adversidad económica.
Las ideas más sencillas son a menudo las mejores
Lo cierto es que actualmente no es necesario realizar grandes hazañas para generar beneficios y escalar. Son muchos los que han conseguido alcanzar el éxito con sencillas ideas de negocio, como por ejemplo ofrecer habitaciones de su propia casa para hospedaje.
Normalmente, las grandes ideas de negocio son las más sencillas. Basta con localizar un buen nicho de mercado, averiguar cuáles son las necesidades de los usuarios y ofrecerles productos o servicios que las cubran.
Elige un modelo de negocio rentable y rodéate de un buen equipo de trabajo
Después de que el emprendedor haya elegido su idea de negocio, tendrá que construir un modelo rentable. Para ello debe tener muy claro qué producto o servicio va a ofrecer, a quién se lo va a vender, si pretende fabricarlo o comercializarlo, cómo llegará a manos de sus clientes y cómo conseguir que su negocio crezca, entre otros aspectos.
Otro de los pilares fundamentales de cualquier negocio es el equipo de trabajo. Sin embargo, cuando un emprendedor pone en marcha un negocio pequeño, no podrá contratar a un gran número de personas. Además, el emprendimiento tampoco supone la contratación masiva. Pese a ello, el emprendedor puede rodearse de colaboradores que le ayuden a sacar su proyecto adelante.
Puede ser una buena idea que el emprendedor acuda a eventos y congresos para de ese modo poder preguntar a expertos en el sector al cual pertenece su negocio su opinión acerca de su proyecto, aunque no debe dar demasiadas pistas si no quiere que le roben su idea. También puede escuchar las experiencias de los más veteranos y las inquietudes de aquellos que se encuentran en su misma situación.
No te olvides de solucionar los trámites legales
Lo cierto es que solucionar los temas legales de un negocio es una cuestión bastante engorrosa, pero todo emprendedor debe pasar por ello si no quiere estar al margen de la ley y atenerse a las graves sanciones económicas que esto conlleva.
El nuevo empresario tendrá que determinar si va a ser el único propietario, una corporación, una cooperativa, etcétera. También tendrá que averiguar qué documentos necesita para dar de alta su negocio y qué impuestos le corresponden. Al mismo tiempo debe realizar los trámites pertinentes a la propiedad de su marca y nombre comercial.
No tengas miedo al fracaso y sé paciente
El miedo al fracaso es bastante habitual, pero hay que tener en cuenta que este ayuda a no embarcarse en aventuras suicidas. No obstante, el emprendedor tiene que armarse de valor y una vez elaborado el modelo de negocio y asumido los riesgos, deberá seguir adelante y enfrentarse a su miedo.
También debe tener presente que el éxito no se alcanza en un solo día. Si el individuo tiene una idea de negocio, debe luchar por ella y ser paciente hasta que esta alcance la madurez, momento a partir del cual le dará grandes beneficios.