Esta publicación forma parte del artículo de Emilo Lamo Espinosa llamado “La Sociología en España desde 1939”. Se recoge los puntos más importantes del trascurso de esta ciencia social en España, llegando a la actualidad. Se ha divido este documento en tres partes, siendo esta entrada la tercera.
III. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA SOCIOLOGÍA ESPAÑOLA
No obstante, puede decirse que hasta bien entrados los años setenta la sociología española careció de apoyos institucionales que aseguran su futuro, sin duda por el recelo oficialista a que aludíamos antes. Durante los años cuarenta y hasta bien entrados los sesenta, las únicas apoyaturas institucionales fueron el Instituto Balines, que languidecía en el CSIC, al igual que su Revista Internacional de Sociología, y el Seminario de Javier Conde.
El período 1963-1973 asistirá a la definitiva institucionalización de la sociología. La creación del Instituto de Opinión Pública (IOP) -cuyo primer director fue Luis González Seara- y la aparición de laRevista Española de Opinión Pública será un hecho de trascendental importancia al proporcionar una base para la investigación empírica conjuntamente con un medio de difusión. Poco después las Universidades de la Iglesia (pioneras en este ámbito, a pesar de la desconfianza oficial) crearán Facultades de Sociología. Finalmente, en 1973 comenzará su andadura la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. El año anterior se había fundado la revista Sistema, foro de debate del pensamiento social crítico del franquismo y con un carácter marcadamente interdisciplinar. Todo ello completaría esa primera institucionalización de la sociología. La buena relación entre los profesores de la Facultad y la dirección del IOP o del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) más tarde (23), ha facilitado el trasvase continuo de datos, personal o técnicas entre uno y otro centro, potenciándolos a ambos. Durante muchos años puede decirse que la sociología española se hizo en la Facultad por lo que hace a la teoría y el pensamiento social y el CIS por lo que afecta a la investigación empírica.
A1 tiempo, y ya desde los años sesenta parecerán los primeros Institutos de investigación de mercado y sociología aplicada, primero con un carácter marcadamente amateur y al socaire de investigaciones públicas o semi-públicas y centrados en alguna figura académica de prestigio, pero que pronto adquirieron un carácter claramente empresarial. Así, Data S. A. creada en 1965 por Amando de Miguel, pero también Metra Seis, Eco, Emopública, o Alef. El desarrollo de estos institutos, difícil durante los años setenta, se aceleró en los ochenta alimentados por un floreciente mercado comercial de investigaciones no ya institucionales (políticas, sanidad, educación, justicia) sino en marketing, publicidad o medios de comunicación.
INSTITUCIONALIZACION DE LA SOCIOLOGIA
Inicios:
1943 Revista Internacional de Sociología.
1944 Facultad de Ciencias Políticas y Económicas.
Instituto Balmes (CSIC).
1949 Inst. de Estudios Políticos. Seminario de Sociología de J. Conde.
1953 Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas.
Maduración:
1961 Anales de Moral Social y Económica.
1963 Revista Española de Opinión Pública.
1963 Facultad de Sociología de Deusto.
1964 Facultad de Ciencias Sociales León XIII.
1965 CEISA (Centro de Enseñanza e Investigación Sociológica).
1972 Papers.
1973 Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (Complutense).
Sistema
1976 Agricultura y sociedad
1979 Fundación de la FASEE (Federación de Asociaciones de Sociología del Estado Español).
Expansión
1981 Primer Congreso de Sociología Española (Zaragoza).
1984 Segundo Congreso de Sociología Española (Santander).
1986 Facultad de la Universidad Autónoma de Barcelona.
1987 Facultad de la UNED.
1988 Facultades de Granada y País Vasco.
1989 Facultad de Alicante.
Tercer Congreso de Sociologia Española (San Sebastián).
1990/91 Facultades de Santiago, Valladolid y Navarra.
Por lo demás, la apertura del diálogo cristiano-marxista en España, la suavización de la guerra fría a partir del final de los años setenta y, de modo más marcado, la apertura de la sociología mundial hacia un pluralismo paradigmático en los años ochenta acabarán con el consenso sociológico escindido entre funcionalistas y marxistas. Una nueva generación de sociólogos jóvenes, formados en universidades inglesas o americanas aportarán a la sociología española una mayor riqueza analítica.-El interaccionismo simbólico o la etnometodología, la sociología francesa y, sobre todo, la última teoría crítica de Habermas, irrumpirán con fuerza en la teoría social española más reciente. Este nuevo clima teórico -y esa nueva generación de sociólogos- tuvo su presentación pública en un volumen colectivo editado conjuntamente por José Jiménez Blanco y Carlos Moya en 1978, Teoría sociológica contemporánea (24), quizá la publicación más importante de la teoría social española, y que sirve de engarce entre el viejo y el nuevo clima teórico -más pluralista- y entre la vieja y la nueva generación de teóricos.
No obstante, el pluralismo paradigmático de la sociología contemporánea, el nuevo clima democrático español -menos antagonístico y menos necesitado de teoría- y quizá también el deterioro de la situación salarial de los profesores de Universidad y la tentación de los medios de comunicación y de investigación comercial remunerada han actuado conjuntamente en contra de la vitalidad de la sociología española como ciencia. Lo que a finales de la pasada década eran promesas no ha llegado realmente a cuajar y los sociólogos españoles han abandonado el interés teórico o científico prefiriendo la investigación empírica remunerada. Ello está contribuyendo al asentamiento de la sociología como profesión, e incluso al desarrollo de no pocas especialidades, pero se enriquece poco la sociología. Aún cuando el espacio teórico abandonado por los sociólogos ha sido parcialmente ocupado por los filósofos sociales, un notable pragmatismo empiricista parece haberse adueñado del gremio sociológico en los últimos años.
Ello no debe hacer pensar que el interés por la ciencia social ha desaparecido. Es cierto que alguna de las viejas voces han enmudecido y otras muchas simplemente han marginado el interés teórico. Pero autores como José María Maravall, Víctor Pérez Díaz, Manuel Castells, Miguel Beltrán, José Juan Toharia o Jesús de Miguel y otros entre la generación joven, y Juan Linz, Carlos Moya, Salvador Giner, Juan Díez Nicolás entre las ya conocidas, han continuado trabajando en investigación teórica si bien cada vez más próxima a problemas sociales o políticos inmediatos. Cuantitativamente la producción teórica española es, sin duda, mayor que en ningún otro momento de la historia de la sociología española. Pero comparada con el crecimiento y desarrollo de la investigación empírica ocupa una parcela quizá menor que nunca. Ello es un mal generalizado de la sociología de finales del siglo. En qué medida indica un abandono del ímpetu globalizador de la vieja teoría social o responde sólo a coyunturas socio-políticas concretas es algo que hoy por hoy, no podemos responder y sólo lamentar.
La contrapartida es que la sociología española a comienzos de los años noventa se encuentra plenamente institucionalizada a un triple nivel: académicamente, como una actividad profesional y corporativamente. Su producción está legitimada y aceptada públicamente y hay una notable demanda de investigación aplicada. Y la sociología española se ha diversificado de modo que hoy disponemos de escuelas especializadas en casi todas las ramas conocidas: demografía, estratificación social, sociología rural y urbana, sociología de las organizaciones, sociología política, sociología de la educación, de la cultura, del conocimiento, de la salud, de la desviación social, del derecho, del consumo, criminología, y un largo etcétera. En todos estos campos se trabaja con técnicas totalmente actualizadas no sólo en cuanto a la recogida de datos (técnicas cualitativas o cuantitativas, con estrevistas personales o telefónicas asistidas por ordenador) sino en cuanto a su tabulación y análisis. Como en casi todo en España, una mirada al pasado nos muestra el enorme camino recorrido y es motivo de satisfacción para cuantos han ayudado a recorrerlo. Pero ello no debe olvidar sus problemas y el principal de ellos es que la sociología como ciencia está siendo abandonada en aras de la mera investigación.
NOTAS
(23) Relación institucionalizada en una reunión anual CIS-Universidad.
(24) Tecnos, Madrid, 1978.
BIBLIOGRAFÍA
BECKER, H. y BARNES, H. E.: «Sociology in the Iberian peninsula and latínAmerica», en Social Tought from Lore to Science, Dover, New York, 1938.
CASTILLO CASTILLO, J.: «Apuntes para una historia de la sociología española», en G. Duncan Mitchell (edit.): Historia de la sociología, Labor, Madrid, 1988.
CAZORLA, J.: «Estudios empíricos de sociología española», en Anales de Sociología, 3 (1976), 146
COLEGIO DE DOCTORES Y LICENCIADOS EN CC. POLÍTICAS Y SOCIOLOGIA: La sociología en las Universidades españolas; datos para un informe, Madrid, 1989
COMIN, A. C.: «La racionalidad de lo irracional; notas sobre la investigación sociológica en España», Cuadernos para el Diálogo, 27 (1971), 37.
CONDE, Javier: «La sociología de la sociología. Los supuestos históricos de la sociología», Revista de Estudios Políticos, 38 (1951), 58.
DE MIGUEL, A.: Sociología y subversión, Plaza & Janés, Barcelona, 1972.
– Homo sociologicus hispanicus, Barral, Barcelona, 1973.
– «A. Sociology in an Authoritarian Society; a Pessimistic Reflection on the Case of Spain», en T. B. Bottomore (edit.): Crisis and Contention in sociology, Sage, Londres, 1975.
DE MIGUEL, A., y MARSAL, J. F.: «El raquitismo de la enseñanza de las ciencias sociales en España», en Sistema, 24-25 (1978), 89.
DE MIGUEL, Jesús, y MOVER, Melisa G.: Sociology in Spain Current Sociology, 27 (1979), 33 ss.
DIAZ, Elías: La filosofía social del krausismo español, Cuadernos para el Diálogo, Madrid, 1973.
DIEZ NICOLAS J.: Bibliografía de sociología en lengua castellana, Universidad de Granada, Granada, 1973
GINER, S.: «Virtudes e indigencias de la sociología española», en J. M. Castellet y otros La cultura bajo el franquismo, Ediciones de Bolsillo, Barcelona, 1977, p. 133
– «La sociología española durante la dictadura franquista», en S. Giner y L. Moreno (compiladores): Sociología en España, CSIC, Madrid, 1990.
GOMEZ ARBOLEYA, Enrique: «Sociología en España», en Estudios de Teoría de la Sociedad y el Estado, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1962. También en Revista de Estudios Políticos, 98 (1958)
HERMET, G.: «La sociología empírica en España», en Anales de Sociología, 4-5 (1968).
MORENO, L.: «La Sociología en la España finisecular», en S. Giner y L. Moreno (compiladores): Sociología en España, CSIC, Madrid, 1990.
PERPIÑA, Antonio: «La sociología en España», Revista Iberoamericana de Seguridad Social, 6 (1968).
SOTELO, I.: «Sobre la institucionalización de la sociología en España» , .en Sistema, 3 (1973), 59.
VV.AA.: La sociología española de los años setenta, Confederación Española de Cajas de Ahorros, 197