• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar

Ssociólogos | Blog de Actualidad y Sociología

Blog de Actualidad y Sociología

  • Inicio
  • Artículos
    • Economía
    • Género
    • Internet
    • Movimientos sociales
    • Política
    • Sociedad
    • Otros temas
      • Antropología
      • Cultura/Valores
      • Ecología/Medio Ambiente
      • Entrevistas
      • Filosofía
      • Historia
      • Internacional
      • Medios de Comunicación
      • Ocio/Turismo/Deporte
  • La Sociología
    • Apuntes
    • Pensamiento Sociológico
    • Material Sociológico
    • Autores destacados
  • Contacto
  • Foros
  • Desconectarse
  • Inicio
  • Artículos
    • Economía
    • Género
    • Internet
    • Movimientos Sociales
    • Política
    • Sociedad
    • Otros temas
      • Antropología
      • Ecología/Medio Ambiente
      • Entrevistas
      • Filosofía
      • Historia
      • Internacional
      • Medios de Comunicación
      • Ocio/Turismo/Deporte
      • Psicología
  • Colabora
  • La Sociología
    • Biblioteca Sociológica
    • ¿QUÉ ES LA SOCIOLOGÍA?
    • ¿QUÉ ESTUDIA LA SOCIOLOGÍA?
    • ASPECTOS SOBRE EL NACIMIENTO DE SOCIOLOGÍA
    • DÍA DEL SOCIÓLOGO 1 JUNIO: ¿PARA QUÉ SIRVE LA SOCIOLOGÍA?
    • EXPLICACIÓN DE LA SOCIOLOGÍA MEDIANTE LOS PREJUICIOS ADJUDICADOS A ESTA CIENCIA
  • Contacto

Ulrich Beck: La política económica de la inseguridad

mayo 13, 2013 by Ssociólogos 2 Comments

La crisis socialdemocracia. Cuanto más se desregulan y flexibilizan las relaciones laborales, con más rapidez pasamos de una sociedad del trabajo a otra de riesgos incalculables.

1335552968_819732_1338045167_noticia_normal

La consecuencia no deseada de la utopía neoliberal es una brasilizaciónde Occidente: son notables las similitudes entre cómo se está conformando el trabajo remunerado en el llamado Primer Mundo y cómo es el del Tercer Mundo. La temporalidad y la fragilidad laborales, la discontinuidad y la informalidad están alcanzando a sociedades occidentales hasta ahora baluartes del pleno empleo y el Estado del bienestar. Así las cosas, en el núcleo duro de Occidente la estructura social está empezando a asemejarse a esa especie de colcha de retales que define la estructura del sur, de modo que el trabajo y la existencia de la gente se caracteriza ahora por la diversidad y la inseguridad.

En un país semiindustrializado como Brasil, los que dependen del salario de un trabajo a tiempo completo solo representan a una pequeña parte de la población activa; la mayoría se gana la vida en condiciones más precarias. Son viajantes de comercio, vendedores o artesanos al por menor, ofrecen toda clase de servicios personales o basculan entre diversos tipos de actividades, empleos o cursos de formación. Con la aparición de nuevas realidades en las llamadas economías altamente desarrolladas, la “multiactividad” nómada —hasta ahora casi exclusiva del mercado laboral femenino occidental— deja de ser una reliquia premoderna para convertirse rápidamente en una variante más del entorno laboral de las sociedades del trabajo, en las que están desapareciendo los puestos interesantes, muy cualificados, bien remunerados y a tiempo completo.

Quizá en este sentido las tendencias de Alemania, a pesar del éxito que se atribuye a su modelo, representen las de otras sociedades occidentales. Por una parte, Alemania disfruta de las mejores condiciones comerciales que ha tenido en muchos años. La principal economía europea es modélica por su forma de contener una crisis: tasas de interés bajas, flujo de capital entrante, aumento sostenido de la demanda mundial de sus productos, etc. Así, el desempleo en Alemania ha caído un 2,9%, y solo alcanza al 6,9% de la población activa.

Por otra parte, se ha registrado un excesivo incremento del empleo precario. En la década de 1960 solo el 10% de los trabajadores pertenecía a ese grupo; en la de 1980 la cifra ya se situaba en un cuarto, y ahora es de alrededor de un tercio del total. Si los cambios continúan a este ritmo —y hay muchas razones para pensar que será así— en otros diez años solo la mitad de los trabajadores tendrá empleos a tiempo completo de larga duración, mientras que los de la otra mitad serán, por así decirlo, trabajos a la brasileña.

Bajo la superficie de la milagrosa maquinaria alemana se oculta esta expansión de la economía política de la inseguridad, enmarcando una nueva lucha por el poder entre actores políticos ligados a un territorio (Gobiernos, Parlamentos, sindicatos) y actores económicos sin ataduras territoriales (capitales, finanzas, flujos comerciales) que pugnan por un nuevo diferencial de poder. Así se tiene la fundada impresión de que los Estados solo pueden elegir entre dos opciones: o bien pagar, con un elevado desempleo, niveles de pobreza que no hacen más que incrementarse constantemente; o aceptar una pobreza espectacular (la de los “pobres con trabajo”), a cambio de un poco menos de desempleo.

El “trabajo para toda la vida” ha desaparecido. En consecuencia, el aumento del paro ya no puede explicarse aludiendo a crisis económicas cíclicas; se debe, más bien, a: 1) los éxitos del capitalismo tecnológicamente avanzado; y 2), la exportación de empleos hacia países de renta baja. El antiguo arsenal de políticas económicas no puede ofrecer resultados y, de una u otra manera, sobre todos los empleos remunerados pesa la amenaza de la sustitución.

De este modo, la política económica de la inseguridad está ante un efecto dominó. Factores que en los buenos tiempos solían complementarse y reforzarse mutuamente —el pleno empleo, las pensiones garantizadas, los elevados ingresos fiscales, la libertad para decidir políticas públicas— ahora se enfrentan a una serie de peligros en cadena. El empleo remunerado se está tornando precario; los cimientos del Estado de bienestar se derrumban; las historias vitales corrientes se desmenuzan; la pobreza de los ancianos es algo programado de antemano; y, con las arcas vacías, las autoridades locales no pueden asumir la demanda creciente de protección social.

La “flexibilidad del mercado laboral” es la nueva letanía política, que pone en guardia a las estrategias defensivas clásicas. Por doquier se pide más “flexibilidad” o, dicho de otro modo, que los empresarios puedan despedir más fácilmente a sus trabajadores. Flexibilidad también significa que el Estado y la economía trasladan los riesgos al individuo. Ahora los trabajos que se ofrecen son de corta duración y fácilmente anulables (es decir, “renovables”). Por último, flexibilidad también significa: “Anímate, tus capacidades y conocimientos están obsoletos y nadie puede decirte lo que tienes que aprender para que te necesiten en el futuro”. La posición un tanto contradictoria en la que se sitúan los Estados cuando insisten al mismo tiempo en la competitividad económica nacional y la globalización neoliberal (es decir, en el nacionalismo y la internacionalización) ha defraudado políticamente a quienes reivindicaban el derecho individual de los ciudadanos a la estabilidad laboral y a unos servicios sociales dignos.

De todo ello resulta que cuanto más se desregulan y flexibilizan las relaciones laborales, con más rapidez pasamos de una sociedad del trabajo a otra de riesgos incalculables, tanto desde el punto de vista de las vidas de los individuos como del Estado y la política. En cualquier caso, una tendencia de futuro está clara: la mayoría de la gente, incluso de los estratos medios, aparentemente prósperos, verá que sus medios de vida y entorno existencial quedarán marcados por una inseguridad endémica. Parte de las clases medias han sido devoradas por la crisis del euro y cada vez hay más individuos que se ven obligados a actuar como “Yo y asociados” en el mercado de trabajo.

Mientras el capitalismo global disuelve en los países occidentales los valores esenciales de la sociedad del trabajo, se rompe un vínculo histórico entre capitalismo, Estado de bienestar y democracia. No nos equivoquemos: un capitalismo que no busque más que el beneficio, sin consideración alguna hacia los trabajadores, el Estado de bienestar y la democracia, es un capitalismo que renuncia a su propia legitimidad. La utopía neoliberal es una especie de analfabetismo democrático, porque el mercado no es su única justificación: por lo menos en el contexto europeo, es un sistema económico que solo resulta viable en su interacción con la seguridad, los derechos sociales, la libertad política y la democracia. Apostarlo todo al libre mercado es destruir, junto con la democracia, todo el comportamiento económico. Las turbulencias desatadas por la crisis del euro y las fricciones financieras mundiales solo son un anticipo de lo que nos espera: el adversario más poderoso del capitalismo es precisamente un capitalismo que solo busque la rentabilidad.

Lo que priva de su legitimidad al capitalismo tecnológicamente avanzado no es que derribe barreras nacionales y produzca cada vez más con menos mano de obra, sino que bloquee las iniciativas políticas conducentes a la conclusión de un pacto para la formación de un nuevo modelo social europeo. Cualquiera que hoy en día piense en el desempleo no debería quedarse atrapado en viejas querellas como las relativas al “mercado laboral secundario” o “los gastos salariales decrecientes”. Lo que parece un derrumbe debe convertirse más bien en un periodo fundacional de nuevas ideas y modelos, en una época que abra las puertas al Estado transnacional, al impuesto europeo a las transacciones financieras y a la “utopía realista” de una Europa Social para los Trabajadores.

Ulrich Beck es sociólogo, profesor emérito de la Universidad de Múnich y profesor de la London School of Economics. Fuente: [Enlace retirado]

Traducción de Jesús Cuéllar Menezo

Comparte esto:

  • WhatsApp
  • Telegram
  • meneame
  • Bitacoras
  • Correo electrónico
  • Más
  • Pinterest
  • Delicious
  • Reddit
  • Imprimir
  • diigo

Filed Under: Artículos/Noticias, Autores destacados, Economía, Ulrich Beck Tagged With: crisis socialdemocracia, desregulan, flexibilizan, inseguridad, política económica, Ulrich BECK

Reader Interactions

Trackbacks

  1. Ulrich Beck: La política económica de la inseguridad | camivp18. La Torre de babel. dice:
    marzo 26, 2014 a las 6:07 pm

    […] Ulrich Beck: La política económica de la inseguridad. […]

    Responder
  2. Fallece el sociólogo alemán Ulrich Beck dice:
    enero 3, 2015 a las 6:32 pm

    […] Ulrich Beck: La política económica de la inseguridad […]

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Primary Sidebar

Apúntate a nuestra newsletter




Recuerde

El blog y su autor son independientes (ni a favor ni en contra) de las ideas o opiniones de los artículos que se publican en la web.

Copyright © 2023 en Ssociologos · Política de privacidad - Política de cookies - Aviso legal - Amazon Afiliados

We use cookies on our website to give you the most relevant experience by remembering your preferences and repeat visits. By clicking “Accept All”, you consent to the use of ALL the cookies. However, you may visit "Cookie Settings" to provide a controlled consent.
Cookie SettingsAccept All
Manage consent

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. These cookies ensure basic functionalities and security features of the website, anonymously.
CookieDuraciónDescripción
cookielawinfo-checkbox-analytics11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Analytics".
cookielawinfo-checkbox-functional11 monthsThe cookie is set by GDPR cookie consent to record the user consent for the cookies in the category "Functional".
cookielawinfo-checkbox-necessary11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookies is used to store the user consent for the cookies in the category "Necessary".
cookielawinfo-checkbox-others11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Other.
cookielawinfo-checkbox-performance11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Performance".
viewed_cookie_policy11 monthsThe cookie is set by the GDPR Cookie Consent plugin and is used to store whether or not user has consented to the use of cookies. It does not store any personal data.
Functional
Functional cookies help to perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collect feedbacks, and other third-party features.
Performance
Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.
Analytics
Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.
Advertisement
Advertisement cookies are used to provide visitors with relevant ads and marketing campaigns. These cookies track visitors across websites and collect information to provide customized ads.
Others
Other uncategorized cookies are those that are being analyzed and have not been classified into a category as yet.
GUARDAR Y ACEPTAR