Estos nuestros políticos, además de corruptos y/o ineptos (¿todos? en efecto, si no son corruptos los demás son ineptos por no darse cuenta o mirar para otro lado o lo que les toca no hacerlo bien) son ahora también cobardes. Saben lo que les viene y en vez de afrontarlo democraticamente (que sería un modo de ver la vida) lo hacen a modo de ley, parte fundamental de cualquier forma de gobierno, sea cual sea.

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