
En las últimas décadas se ha gestado un interés particular por el cuerpo como objeto de estudio dentro de la sociología; el cual conlleva escalas regionales y mundiales. En los últimos veinticinco años se ha denotado un importante desarrollo y consolidación en esta rama de sociología, donde la institucionalizaciónacadémica ha conllevado un proceso paulatino; que hoy en día, es una realidad dentro del campo de las ciencias sociales.
Es importante mencionar, que el cuerpo como objeto de estudio dentro de las ciencias sociales, es un acercamiento a otra mirada y a otra forma de pensar; como menciona Sabido:
“…Se adhiere a una mirada sociológica reflexiva entendida como aquella capacidad disciplinar de tomar como objeto de conocimiento al propio investigador y sus prácticas de investigación, lo que Pierre Bourdieu denominó: “objetivar al sujeto de la objetivación”…” (Sabido, 2011:32).
“Objetivar al sujeto de la objetivación” es relevante dentro del marco de la sociología del cuerpo. ¿Cómo se hace objetivo a un individuo que es sumamente subjetivo desde su conformación, desde su génesis?
No entraré en detalles sobre esta afirmación de Bourdieu, porque no es el objeto del presente; sin embargo, si dejaré en claro algunas aristas básicas para hacer comprensible la cita de Sabido.
Cuando Bourdieu se refiere al “sujeto de la objetivación”, en realidad está haciendo alusión al científico social, al investigador que hace sociología y que tiene por tarea hacer objetiva la realidad social. Es aquel observador académicamente calificado, para dar significados objetivos del entorno y la realidad social.
Como la propia escuela Bourdiana enunciaría, la sociología tiene que tomar una arista reflexiva, en la que se permitan visualizar las condiciones que le dan cabida como ciencia social.
Antecedentes de la Sociología del Cuerpo.
“…Los efectos sociales y culturales que marcaron los años sesenta, los reacomodos cognoscitivos que traerían consigo el posestructuralismo, la fenomenología y el pensamiento feminista, las corrientes posmodernas e incluso, más recientemente, los debates en torno a los procesos de individualización propios de la modernidad tardía, son el telón de fondo de dichos intereses disciplinares…” (Sabido, 2011:37).
Sabido menciona varios antecedentes que dieron origen a la Sociología del Cuerpo como objeto de estudio y como rama de investigación en Ciencias Sociales hoy día; sin embargo, yo haré alusión a aquellos sucesos que considero directamente relacionados a dicha novedad en el campo disciplinar. En primer lugar la fenomenología, en la cual los fenómenos de la comprensión y la interpretación no pueden ser explicados como conducta pura, sin recurrir a la “conducta latente”, para ello se recurre a los Cuatro Esquemas de referencia. En segundo lugar nos encontramos con el feminismo, el cual históricamente se produce durante la antaña revolución francesa; como expresión sociopolítica que proclamaba la igualdad entendida como libertad para las mujeres como seres racionales dentro de la sociedad. Por otra parte, en este punto nos encontramos frente a la no lejana producción feminista de la francesa Simone de Beauvoir; quien enunciaba en sus hipótesis culturalista que los seres humanos no son animales, pues su mundo está organizado por simbolización; reconfigurando la realidad y por ende, el cuerpo se asocia a la naturaleza. En último lugar la posmodernidad, en la cual, en palabras de Serret; constituye una crítica al proyecto filosófico de la modernidad, declarando muerta a la primera modernidad en términos estrictamente éticos y políticos. Teniendo claridad de los orígenes de la Sociología del cuerpo, y de las diferentes perspectivas que han servido como pavimento para la construcción de esta novedad discipliar; considero pertinente dar pie a explicar la relación existente entre cuerpo y sociedad.
Cuerpo, Sociedad y Sociología.
“…Pensar al cuerpo en las ciencias sociales ha significado establecer cómo aquello que pareciera individual y natural estar atravesado por la sociedad y por configuraciones históricas particulares…” (Sabido, 2011:37).
El cuerpo ha atravesado la línea de las ciencias médicas y de las ciencias naturales; para cruzar hacia las ciencias sociales y convertirse en un objeto de estudio multifactorial en su haber. El cuerpo como objeto de cuestionamientos en las ciencias sociales y como novedad disciplinar en la Sociología, tiene como fuentes a grandes pensadores como Michael Foucault, Norbert Elías, Pierre Bourdieu, Erving Goffman, entre otros. Por otra parte, dentro de la Sociología el cuerpo tomo sentido, significado y relevancia en la construcción socio-histórica y socio-cultural; así como en la construcción simbólica que día a día reinventan los individuos. Analíticamente el concepto cuerpo se aborda desde diferentes aristas, mismas que menciono a continuación:
El cuerpo y la dimensión de la experiencia subjetiva.
El cuerpo y la dimensión de la interacción.
El cuerpo y la dimensión de las prácticas.
El cuerpo y la dimensión institucional.
El cuerpo y la dimensión de las representaciones.
El cuerpo y los vínculos afectivos.
Por otra parte, es preciso mencionar la importancia que tiene el cuerpo en la trama del día a día, de lo que algunos sociólogos denominamos “vida cotidiana”. El cuerpo es el conducto por el cual, el individuo se ve inmiscuido en la sociedad y en la cultura que le atañe. El cuerpo es el vínculo por el cual el individuo construye relaciones sociales con otros semejantes; pues es el medio por el cual se logran entablar estas.
“…Del cuerpo nacen y se propagan las significaciones que constituyen la base de la existencia individual y colectiva” (Le Breton, 2008:7).
Siguiendo a Le Breton, enuncio que del cuerpo emerge la identidad individual, así como la identidad colectiva de los individuos que convergen en determinado espacio. De igual modo, Emile Durkheim mencionaba en uno de sus escritos que el cuerpo es un factor de individuación. El cuerpo no es algo evidente, ni siquiera es empíricamente contrastable; pues nunca vemos sólo “cuerpos” (Le Breton, 2008); por el contrario, vemos bebés, niñas, niños, mujeres, hombres, ancianas, ancianos, adolescentes que son cuerpos socialmente diferenciados y con características particulares. Aunado a esto, la experiencia de vida en sociedad comienza con el propio cuerpo y con las funciones procreadoras que este tiene para engendrar vida y lograr producir y reproducir la vida en sociedad. Incorporar al cuerpo como problema teórico a los temas de la sociología, ha sido una experiencia enriquecedora; para visualizar la interacción, así como la proximidad que los individuos tienden dentro de los espacios sociales en sus vínculos y relaciones con el otro. En este sentido, como menciona Le Breton, la expresión social se puede modular socialmente; aunque en la mayoría de las ocasiones se le viva según el estilo propio y particular del individuo.
Reflexiones Finales.
Uno de los grandes desafíos para la Sociología, es recuperar las grandes teorías de los clásicos y lograr visibilizar las diferentes temáticas que se ven inmiscuidas en el terreno de la Sociología del cuerpo; para así dar respuesta a los nuevos y crecientes fenómenos sociales de la modernidad.
Referencias Bibliográficas.
Durkheim, Emile (2012) “Las formas elementales de la vida religiosa”, México, Fondo de Cultura.
Le Breton, David (2008) “La Sociología del Cuerpo”, Argentina, Ediciones Nueva Visión.
Nieto, Ricardo (2014). “Etnometodología y Fenomenología: Dos planteamientos teóricos para el estudio de la Sociología de la Educación” en Ssociólogos Septiembre.http://ssociologos.com/2014/09/25/etnometodologia-y-fenomenologia-dos-planteamientos-teoricos-para-el-estudio-de-la-sociologia-de-la-educacion/
Sabido, Olga (2007(. ·El cuerpo y sus trazos sociales: Una perspectiva desde la Sociología” en Gina Zabludovsky (Coord.) Sociología y cambio conceptual. De la burocracia y las normas al cuerpo y la intimidad. México, Siglo XXI, UNAM, UAM-Azcapotzalco, pp. 208-247.
Sabido, Olga (2011). “El cuerpo y la afectividad como objetos de estudio en América Latina: Intereses temáticos y proceso de institucionalización reciente”. Sociológica, núm. 74, Septiembre-Diciembre, pp. 33-78.
Serret, Estela (2000). “El feminismo mexicano de cara al siglo XXI”. El Cotidiano, vol. 16, núm. 100, Marzo-Abril, pp. 42-51.
Serret, Estela (2003). “Modernidad reflexiva frente a posmodernidad: Apuntes sobre las identidades”. Sociológica, núm. 54, Septiembre-Diciembre, pp. 213-222.
Serret, Estela (2006). “El género y lo simbólico: La constitución imaginaria de la identidad femenina”. México, Instituto de la Mujer Oaxaqueña
Fuente: pabloradice.blogspot.mx