
El presente artículo conlleva un nivel analítico del cuerpo en relación con las representaciones (modelos de interpretación sobre el cuerpo moderno).
La búsqueda de la perfección física no es nueva, procede desde tiempos remotos como la antigua Grecia; en la cual se buscaba la simetría, la proporción y la armonía de cuerpo humano para alcanzar la perfección. (Nieto, 2015).
Este culto a la belleza y a la perfección, se ha incrementado significativamente en los últimos 15 años convirtiéndose en una obsesión para algunos, dejando de lado el eje central de la belleza; la salud, y traspasando la frontera hacia el otro extremo, la enfermedad o dicho de otra forma, la vigorexia.
La vigorexia se define según Baile como una alteración de la salud caracterizada por una preocupación patológica de ser débil y no tener suficiente desarrollo muscular del cuerpo, aún teniéndolo; y se manifiesta en la incapacidad de ver con exactitud el tamaño del propio cuerpo, con comportamientos obsesivos y negativos relacionado con la apariencia. Siguiendo la definición de Baile, esta representación corporal de débil y frágil encaja con los estándares y estereotipos que los medios de comunicación masiva envían a diario, lo cual favorece la discriminación, propiciando espacios y criterios de pertenencia y de exclusión, dependiendo del tipo de cuerpo que se posea.
El cuerpo representa una configuración social, que está sometida al escrutinio del otro. Es la sociedad quien define y redefine lo que es un cuerpo trabajado a través del ejercicio anaeróbico, y marca una pauta en los estereotipos de belleza. (Nieto, 2015)
La interiorización de los ideales de belleza; predispone a los individuos a la insatisfacción corporal propia. En la mayoría de las ocasiones, esta insatisfacción corporal propia, se desencadena en una distorsión de la imagen corporal o en la incapacidad de percibirse con las dimensiones corporales que realmente se posee.
Esta insatisfacción corporal propia tiene efectos directos en la construcción social de la identidad de los individuos. El tema de las identidades posee un papel importante dentro de la sociología del cuerpo, puesto que son un supuesto compartido o relacional que requiere a la otredad como contraparte para expresarse y construir similitudes y diferencias corpóreas.
A través de las identidad es posible contrastar con el otro; aquellas diferencias corporales que se poseen o aquellas similitudes en común. De igual modo, es preciso mencionar los trastornos de conducta alimenticia que conlleva la temática de la vigorexia; misma que se refleja en una fuerte presión sobre la imagen corporal, la imagen fitness o el desarrollo muscular sin grasa.
En este sentido, el individuo desea ganar peso a través de la masa muscular; como obsesión de la belleza corporal. ¿pero qué es en realidad la vigorexia?
Estudios posteriores apuntan a la vigorexia como una entidad nosológica, una patología derivada de lo que serían los “trastornos de la imagen corporal”. (Rodríguez, 2011)
Es importante mencionar que dentro de la vigorexia existen otras aristas a considerar.
El ejercicio excesivo puede ocasionar un comportamiento adictivo que está recompensado psicológicamente de varias formas, por ejemplo, mejorando el estado de ánimo, mejorando la salud o proporcionando más ocasiones para relacionarse socialmente (reforzamiento positivo) y estas recompensas pueden fomentar un comportamiento de ejercicio continuado. (Rodríguez, 2011)
En este sentido, el ejercicio regresa a su naturaleza más esencial; a la mejora de los estados de ánimo y a la construcción de nuevos vínculos y relaciones sociales dentro de los diferentes espacios deportivos o gimnasios.
La Vigorexia como hecho social
La Vigorexia tiene un influencia multifactorial, dónde habría una distorsión de la imagen corporal influida por el descontento corporal de otras personas, por el grado de interiorización del ideal de belleza, baja autoestima y esquema perfeccionista, afectos negativos, la presión de los medios de comunicación y por la ansiedad físico social, SPA (por sus siglas en inglés “Social Physique Ansiety”). SPA ocurre cuando un individuo espera o prevé que los demás lo están evaluando negativamente por su apariencia física. (Rodríguez, 2011)
La vigorexia o síndrome del hombre de hierro, responde a diversos factores como menciona Rodríguez; sin embargo, considero que es fundamental hacer visible que en gran medida responda a un hecho social.
Tomando en cuenta que Durkheim enunciaba que un hecho social es toda manera de hacer, fijada o no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior, o bien en el conjunto de la sociedad, conservando una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.
En este sentido, la vigorexia presenta un conjunto de conductas y pensamientos que imperan, y que no dependen de acciones individuales; sino que dependen del descontento corporal de los otros hacia el individuo.
Aunado esto, la vigorexia presenta características especiales, que siguiendo a Durkheim, consisten en maneras de obrar, de pensar y de sentir; las cuales, recalco, son exteriores al individuo y altamente influenciadas por los medios masivos de comunicación.
Considero prudente mencionar que el poder coercitivo que ejercen los medios masivos de comunicación y la sociedad sobre la vigorexia es inmenso, ya que hace susceptibles a los individuos dentro del espacio cotidiano; y la falta a dicha “prerrogativa” genera la existencia de una sanción determinada; en el menor de los casos esta se vería reflejada en la exclusión del grupo social de adscripción.
Un hecho social como lo vigorexia se explica sólo por otro hecho social, en este caso la explicación directa tiene cabida dentro del mundo del fisicoculturismo; ya sea como consecuencia o como solución de la propia vigorexia como hecho social.
Reflexiones finales
La vigorexia es un tema complejo de análisis dentro de las ciencias sociales, donde tienen cupo varias disciplinas y ramas. La vigorexia no es una problemática individual, por el contrario; conlleva una fuerte presión por parte de la sociedad y de los medios masivos de comunicación.
La vigorexia se encuentra estrechamente relacionada con el fisicoculturismo; y con una fuerte tendencia de la cultura fitness.
La vigorexia conlleva una representación corporal distinta a la que el resto de los individuos percibe dentro de los estándares de regularidad.
Referencias Bibliográficas
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Nieto, Ricardo (2015) “Sociología del Cuerpo: Una aproximación al cuerpo como objeto de estudio” en Ssociólogos http://ssociologos.com/2015/01/08/sociologia-del-cuerpo-una-aproximacion-al-cuerpo-como-objeto-de-estudio/
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Rodríguez, José (2007) “Vigorexia: Adicción, obsesión o dismorfia; un intento de aproximación”, Salud y drogas, vol. 7, núm. 2, pp. 289-308.
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Serret, Estela (2006). “El género y lo simbólico: La constitución imaginaria de la identidad femenina”. México, Instituto de la Mujer Oaxaqueña
Fuente Foto: Vigorexia