
Desde hace unos años se ha iniciado una exaltación por el emprendimiento en España y otros países, en especial, por la importancia de los negocios online. Todo este idilio sobre el emprendimiento, no deja ver la dificultad de emprender.
Empleo en el emprendimiento
Los medios de comunicación se llenan de noticias de empresas que han seguido la línea de “Startup”, creadas por jóvenes empresarios o personas que se han reciclado y que están en pleno crecimiento.
Afirman incluso, que el emprendimiento es la única salida de la crisis económica. Defienden el emprendimiento como una forma de autoempleo. Comentado la reducción de la tasa de desempleo gracias a esto, ya que muchos empiezan nuevos negocios como autónomos gracias a la tarifa plana de seguridad social de 50€. Destacan el dato que en España se crearon 94.152 empresas, el mejor dato en 6 años. Pero pocas advierten, que el 60% cierra en el primer año de vida.
Luis Martín Cabiedes, que participó en la creación de Privalia, BlaBlacar, Trovit y Olé, es uno de los inversores de Internet más importantes de España, explica en su libro ¿Tienes una startup?, que los negocios online no serán la panacea que nos salve de la crisis económica:
“El emprendimiento tecnológico no es la solución al desempleo. De ninguna de las maneras. No lo es porque crea un tipo de empresas que son extraordinariamente eficientes. Si consiguiéramos traer a España de un plumazo inverosímil a Facebook, Twitter, Google (con Motorola detrás) y WhatsApp, nos llegarían de golpe poco más de 70.000 empleos directos. Algo menos de los que tiene por ejemplo Mercadona (74.000) y bastantes menos de los que tiene El Corte Inglés (93.000). Las empresas tecnológicas de internet crean una enorme cantidad de riqueza y, por tanto, son muy deseables para la sociedad. Generan un enorme valor para sus usuarios y también para sus fundadores e inversores, pero no son creadoras de empleo.
Por tanto, creo que hay una cierta irresponsabilidad por parte de todos aquellos, sobre todo políticos, pero también medios de comunicación y demás agentes sociales, que, por manipulación o ignorancia, por interés o inercia, interponen la cortina de humo, esta especie de juego de espejos e ilusiones que es el emprendimiento, para tapar un drama tan brutal como el paro. Como a los políticos no se les ocurre manera de solucionarlo, deciden que van a decir que lo hagan los emprendedores”.
Otro dato interesante, según el estudio de Mapa del Emprendimiento en 2014 realizado por Spain Startup, solo el 1% de las startup llega a alcanzar los 50 empleados.
Yo trabajo como consultor en marketing online y me muevo en las esferas del emprendimiento de la provincia de Alicante, y el 95% de ecommerce o webs de negocios online, trabaja una persona, la creadora del proyecto y esta apoyada por el trabajo de “freenlace”, no por empleados.
En un artículo “El mito del Emprendedor (o Enterpreneur)”, explica la falacia que el emprendimiento genera renta y empleo y que por ello, los países más prósperos son los que tienen más emprendedores. Como se demuestra en el siguiente gráfico, con una simple regresión lineal, no existe relación entre el emprendimiento y la renta per cápita.
Otro gráfico interesante, es el siguiente donde muestra la relación entre renta per cápita y ratio de emprendimiento por 88 países.
“El resultado es absolutamente opuesto a lo que la ideología neoliberal del emprendedor trata de inculcarnos. Una mayor tasa de emprendimiento implica una menor renta per cápita. Es decir, los países en desarrollo o con menor renta per cápita tienen una mayor ratio de emprendimiento que las economías desarrolladas. En la medida que la menor productividad y renta per cápita de las economías subdesarrolladas está relacionada con una mayor atomización empresarial, un mayor grado de informalidad, que son en realidad las variables que se relacionan con el llamado emprendimiento, y no la innovación o la mejora de la renta per cápita”.
Fiscalidad del emprendedor
Por otro lado, nos encontramos con el tema fiscal. Los políticos se llenan de palabras bonitas diciendo que apoyan al emprendimiento, pero muy lejos de la realidad.
Como hemos comentado antes, muchos empiezan como autónomos, debido a la tarifa plana de 50€ (que verdaderamente son 53,59€ y lo sé por experiencia), que cada seis meses va ascendiendo. A todo esto hay que sumar trabas por todos lados, pagar a asesores para que realicen los trámites de pagar IVA e IPRF (por suerte ha bajado).
Hablan de emprendedor, pero siguen defiendo en sus políticas a las grandes corporaciones frente a las startups, para que no tengan competidores, frenando el desarrollo tecnológico. Como se ha demostrado con el Impuesto del Sol o el Canon AEDE.
Otra vez Luis Martín Cabiedes, nos ilumina:
“Hace poco, mientras formalizaba una desinversión muy rentable en una notaría, me dio vergüenza comprobar que el emprendedor tenía que pagar un 57 por ciento de impuestos, el business angel un 27 por ciento y yo, en esa ocasión como capital-riesgo, un cero por ciento. Obviamente, la legislación española, aunque proclame lo contrario, es antiemprendedores”.
Por otra parte, para que un negocio funcione se necesita una pequeña inversión, siguiendo con el informe de Spain Startup, El 77% con recursos del propio emprendedor, el 27% de familiares y amigos y el 7% con créditos bancarios. Muchos proyectos se juegan la estabilidad económica de familias enteras.
Por último, Javier Santiso, creador de Talentum Startups, un programa de emprendimiento tecnológico para jóvenes, además de profesor y consultor, declaraba en una entrevista concedida a ticbeat.com, que el tejido institucional en España no era el más favorable:
“Hay emprendedores españoles, franceses o alemanes que han tenido mucho éxito en Estados Unidos. Por ejemplo, el fundador de eBay es francés. Nada impide a un europeo emprender; lo que ocurre es que el tejido institucional es más favorable en algunos países que en otros. Es decir, si emprendes en España y necesitas avalar tu creación empresarial, en el caso de que fracases no solo pierdes tu empresa sino también tu casa, seguramente tu pareja porque te enfrentarás a un divorcio…”
Conclusión sobre el emprendimiento
La defensa del mito del “emprendedor” es una legitimación de las políticas neoliberales sobre precarización y una forma “poner un tupido velo” para las estadísticas del paro, ya que se quiere que todos inicien su proyecto y dejen de estar en las listas del desempleo.
La gran mayoría de los emprendedores son autónomos, con lo que ello supone: inseguridad, ingresos variables cada mes, altos impuestos, sin horario de trabajo fijo (llegando a trabajar fines de semana), clientes que te aprietan hasta el último céntimo, etc. Otro problema de estos “freenlace”, es que tienen muchos clientes en la economía sumergida.
Además, los políticos se llenan de palabras de emprendimiento, pero las instituciones tienen muchas trabas para crear una empresa o un proyecto, lo que dificulta todo el proceso.
El emprendimiento en internet no crean tanto empleo como pueden llegar a aparecer.
Con esta reflexión sobre el emprendimiento, no quiero criticar a quienes van a emprender o lo están haciendo. Pues yo también he comenzado proyectos con mi dinero y esfuerzo. Pero cuando lea algunas de estas noticias, recuerde la letra pequeña.