
Introducción
Como es ya bien sabido, el pasado 8 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones electorales para elegir al presidente número 45 de los Estados Unidos de Norteamérica, de las cuales saldría vencedor el empresario Donald J. Trump, con una clara ventaja sobre su contrincante Hillary Clinton. En el siguiente trabajo desarrollaré el texto Los sistemas abstractos y la transformación de la intimidad de Anthony Giddens. Mi intención a continuación es hacer ver al lector la clara relación entre la teoría del riesgo a consecuencia de la modernidad planteada por Giddens y las políticas que planea implementar o que al menos planteó durante su campaña el presidente electo Donald Trump.
Los temas que tocaré a profundidad son la problemática sobre la incertidumbre que ha creado la elección de este candidato, tanto al interior de Estados Unidos como al exterior, así dando cuenta de que aunque estamos hablando de unas elecciones de un país, terminan repercutiendo de una forma global, por la importancia que tiene Estados Unidos en un mundo globalizado. En específico entraré a detalle en sus declaraciones acerca de las armas nucleares y sobre el cambio climático, pues son las que encajan muy adecuadamente en el planteamiento que hace Giddens y considero el aproximamiento hacia estas cuestiones serían mucho más entendibles y más precisas que otras que tal vez podamos explicar con otros autores.
Cabe recalcar que quiero darle una importancia al papel que tiene México en esta problemática y cuáles son las reacciones que hemos podido ver dentro de la sociedad mexicana después del suceso de la elección de Trump, es decir, la actitud con la que el mexicano hace frente a estas circunstancias que representan un claro riesgo en especial para el mexicano, así como para toda la comunidad latina.
Mi objetivo es que al terminar mi planteamiento podamos discutir si podemos hablar de una dialéctica entre la democracia y la razón, repensar la sociedad democrática en la que vivimos y replantearnos si la democracia es la mejor forma de elegir gobernantes, o si en realidad es una plataforma que puede impulsar al poder a un personaje que representa un riesgo constante no sólo para su país, sino para la humanidad.
¿Qué son los sistemas abstractos?
Los sistemas abstractos son mecanismos que hemos creado con la modernidad, a través de ellos podemos obtener una cierta seguridad en nuestro vivir cotidiano, es decir, al tomar un autobús, no tenemos que preocuparnos por saber exactamente la ruta que va a seguir, ni cuáles son los mecanismos técnicos que hacen que el vehículo se desplace, sin embargo, si necesitamos ciertos conocimientos adyacentes para lograr llevar a cabo estos procesos, como por ejemplo, que el dinero lo utilizamos como pago para utilizar ese servicio o en qué lugares están ciertas paradas de autobuses.
Los sistemas abstractos nos llevan a pasar la mayor parte del tiempo con una actitud de dar por sentado que estos sistemas operan de manera correcta, es decir que tenemos ciertas expectativas con ellos. Las rutinas creadas por estos sistemas son cruciales para la seguridad ontológica, esto a su vez trae consigo nuevas formas de vulnerabilidad psicológica.
La democracia como sistema político es quizá uno de los pilares de la sociedad moderna como sistema abstracto, damos por sentado su funcionalidad pragmática, es decir, podemos cuestionar su funcionamiento mecánico en sentido de pensar que la democracia no funcionó porque fue alterada ya sea por un fraude, un mal conteo de votos o por irregularidades de esta índole, mas no porque esta tenga errores de raíz.
Quisiera dejar este punto a discusión en las conclusiones de este trabajo, pues creo que tras la teoría del riesgo podemos tener un contexto más amplio para evidenciar el problema que planteo.
La globalización del riesgo en el sentido de intensidad
Lo que Giddens denomina “intensidad del riesgo” es el elemento básico de la “apariencia amenazadora” de las circunstancias en las que vivimos, es decir, vivimos en un mundo con riesgos latentes como pueden ser que se desate una guerra nuclear, que haya un desastre ecológico, que se desate una pandemia y otras catástrofes mundiales, son miedos que no se concentran en un solo sector del planeta, sino que es un miedo global, con los que el mundo vive a diario. Como señalaba Ulrich Beck, los riesgos globalizados de este tipo no distinguen de ricos y pobres, sin embargo no hay que dejar de lado que sí podemos notar que existen privilegiados y no privilegiados ante una catástrofe.
“¿Por qué tenemos armas nucleares y no las utilizamos?”
Ésta fue la pregunta que le hizo Donald Trump a un experto en política exterior. Y realmente es una buena pregunta ¿Qué función tiene el acumulamiento de armas nucleares? Pensando en que para que se produzca un “Invierno nuclear” se necesitan entre 500 y 2000 cabezas nucleares, lo que es menos del diez por ciento del total que poseen las naciones nucleares. Quiero plantear esta cuestión para retomarla más adelante en este trabajo cuando hablemos del riesgo como un factor de control cíclico.
Dejando de lado por el momento la pregunta funcionalista subyacente de la pregunta que realizó Trump, es inevitable notar las intenciones que planteaba el entonces candidato, es decir, el uso de armas de destrucción masiva.
La riesgo de una guerra nuclear ha existido en el subconsciente colectivo desde mucho antes que Trump se decidiera competir por la presidencia, sin embargo, es un hecho que desde que Trump ganó las elecciones, intensificándose el próximo 20 de enero de 2017 y durante los 4 años de su gestión, se aumentará dicho temor en todo el globo
LA GLOBALIZACIÓN DEL RIESGO EN SENTIDO DEL CRECIENTE NÚMERO DE CONTINGENTES QUE AFECTAN A TODOS, O AL MENOS, A GRAN NÚMERO DE PERSONAS EN EL PLANETA
Esta segunda categoría de riesgos globalizados se refiere a la extensión mundial de los ambientes de riesgo así como los riesgos por sí solos. Esto se refiere al hecho de una impotencia local ante un riesgo global, es decir, la dependencia a ciertos mecanismos que puedan fallar como un todo y con ello afectar a todos cuantos normalmente hacen uso del mismo.
El ejemplo acerca de esta categoría del riesgo la vimos incluso antes de que Trump ganara las elecciones. Durante el conteo de votos y ante la ventaja de dicho candidato, las bolsas del mundo cayeron, el ejemplo más presente que tenemos nosotros es la paridad peso-dólar, la cual hasta el día de hoy sigue con una diaria fluctuación debido a la incertidumbre acerca de las reformas en materia económica que podría tomar Donald Trump.
México está inmerso en una dependencia económica con Estados Unidos, la volatilidad del mercado que se fija por los inversores que a su vez fluctúan su participación con respecto a la estabilidad de una economía como la estadounidense terminan afectando a el valor de la moneda mexicana, lo que hace que ésta sufra una devaluación, así afectando a todo aquel que ocupe esta divisa para adquirir productos, los cuales ante la debilidad de la moneda nacional, aumentan de precio. Es decir, el individuo que utilice como moneda “el peso” se va a ver afectado por la elección de Trump como presidente, puesto que el dinero forma parte de un mecanismo (el monetario) que se encuentra en crisis ante la incertidumbre y la volatilidad de los mercados.
RIEGOS DEL ENTORNO CREADO O DE LA “NATURALEZA SOCIALIZADA”
Esta categoría es definida por Giddens como la alteración del carácter de la relación entre los seres humanos y medio ambiente, es decir, la transformación de la naturaleza por los sistemas de conocimiento humano. Dentro de esta categoría de riesgo encontramos la radiación debida a accidentes importantes en las centrales nucleares o por los residuos nucleares, la contaminación química de los mares, la cual es suficiente para destruir el fitoplancton que renueva gran parte del oxígeno de la atmósfera (efecto invernadero), que deriva de los contaminantes atmosférico que atacan la capa de ozono derritiendo parte de las capas de hielos inundando enormes regiones.
Sin duda estas palabras de Donald Trump expresadas en un tweet hace cuatro años son preocupantes, además de que como este tweet en el que acusa al calentamiento global de ser un “cuento chino” existen muchos más en los que acusa de falsedad al fenómeno ambiental. El calentamiento global por sí mismo es una amenaza para la humanidad y el planeta tierra, la negación de este fenómeno por parte del líder de la nación más poderosa del mundo es un hecho grave por lo que esto conlleva. Durante su campaña prometió que Estados Unidos cancelaría su participación en los acuerdos de Paris, el cual existe para establecer medidas para la reducción de la producción de gas invernadero. En las últimas semanas al ser cuestionado por este tema el presidente electo señaló que quizá puede existir “Cierta conexión entre el cambio climático y la actividad humana” y en cuanto a los acuerdos y su participación en ellos indicó que “se está revisando muy de cerca”. Lo anterior es incluso un problema mayor, pues esto denota la endeble posición de Trump hacia este problema, lo cual nos crea más incertidumbre sobre qué decisiones puede o no tomar en el futuro.
Durante este trabajo se han enumerado varias problemáticas de nivel global de las cuales posiblemente el lector estaba al tanto de todas ellas, sin embargo, el aludido ha podido sobrellevar su vida a pesar de estar al tanto de estos riesgos, esto es lo que define Giddens como un estado de aturdimiento, en donde enlistar una serie de peligros trae consigo un efecto amortiguador, existe una letanía que se escucha a medias por resultar tan conocida. Esto sucede al estar en constante exposición durante nuestras vidas ante problemas que aparentemente son insolucionables y siempre se encuentran presentes, estos problemas pasan a ser parte del trasfondo de nuestras vidas.
En este punto regresaremos a la cuestión mencionada con anterioridad: ¿Por qué tener armas nucleares y no utilizarlas?
“Todos los riesgos mencionados, incluido el riesgo a la guerra nuclear, son controvertidos por lo que se refiere a cualquier evaluación que pueda hacerse de las estrictas probabilidades […] Las incertidumbres involucradas en las decisiones de inversión derivan en parte de las dificultades existentes para anticipar acontecimientos extraños, tales como las innovaciones tecnológicas; pero son parte también de la naturaleza del mercado […] en la carrera de armamento entre las dos superpotencias. Si uno excluye el riesgo real de guerra, lo que desde este punto de vista es extraño, la carrera de armamento está sustentada por el intento mutuo de anticipación basando cada parte su estrategia sobre la valoración de las probables estrategias del otro” (Giddens 1994)
El punto que quiero proponer es que la acumulación de armas nucleares no se basa estrictamente en una función utilitaria, lo que se comprueba fácilmente con lo antes mencionado, existen 90% más cabezas nucleares de lo que se necesita para provocar un efecto invernadero. Las armas nucleares cumplen una función simbólica a mi parecer, para las superpotencias armamentística el tener más cabezas nucleares que la “competencia” a las alturas que nos encontramos el día de hoy, no significa una ventaja en un hipotético campo de batalla, sería imposible para cualquiera utilizar todo su armamento, puesto que la humanidad se extinguiría mucho antes. La superioridad en términos de mayor número de armamento representa una economía más poderosa, una nación que se puede defender y es una invitación al respeto, la competencia armamentística conlleva el riesgo, es quizá este riesgo mutuo el que lleva a las acciones a ser frenadas, el riesgo mutuo es respeto mutuo. Las superpotencias para mantener este status deben saber anticiparse, tener la tecnología de vanguardia, los mejores científicos, los mejores deportistas, los mejores intelectuales y las mejores armas. Entonces, respondiéndole al Presidente Trump ¿Por qué no se usan las armas nucleares? Porque esto significaría el suicidio de la raza humana ¿Por qué las tiene Estados Unidos? Porque esto les garantiza un respeto alrededor del mundo, provoca miedo y miedo provoca orden, le permite a Estados Unidos intervenir en otros países, de alguna manera le da cierta inmunidad, nadie quiere una guerra con el país más armado del planeta. Las armas nucleares en el siglo XXI responden a una función simbólica, no utilitaria
¿CÓMO ADAPTARSE AL RIESGO? ¿CÓMO VIVE EL MEXICANO ANTE EL RIESGO?
De acuerdo a Giddens, la forma de adaptarse a vivir con un constante riesgo se puede clasificar en 4:
La primera en la lista es la aceptación pragmática, la cual se basa en la creencia de que mucho de lo que sucede en el mundo moderno está fuera de nuestro alcance, por lo tanto, todo lo que decidamos planear o esperar consiste en beneficios pasajeros, es decir, los riesgos globales para el individuo con inalcanzables si éste quisiera hacer algo al respecto, entonces le queda vivir y planear provisionalmente su vida. Si la humanidad se preocupara a diario por la posibilidad de una guerra nuclear y adoptara una actitud reflexiva, caería en la inmovilidad, en este punto Giddens plantea algo parecido a Harold Garfinkel, si el individuo se cuestiona todo el tiempo, no podría desarrollar su vida cotidiana y caería en la inactividad.
La segunda reacción adaptativa es el optimismo sostenido, éste se basa en la convicción de que el pensamiento racional y en particular la ciencia, le ofrece garantías de seguridad a largo plazo, esta actitud se basa en que la ciencia siempre encontrará una solución, este individuo trata de no preocuparse, es confiado, cuando se le plantea la cuestión de que el petróleo se puede terminar la respuesta puede ser “No importa, ya encontrarán otro recurso parecido”.
En tercer lugar tenemos el pesimismo cínico, cabe aclarar que el cinismo no indica forzosamente indiferencia, sino que es una manera de amortiguar el impacto emocional de las ansiedades, esto puede ser a través del humor. Se presta él mismo a la parodia y a muchas gormas de “humor negro”.
En cuarto lugar está el compromiso radical, el cual es en donde se toman posturas de compromisos radicales, en donde el principal vehículo es el movimiento social. En esta categoría encontramos asociaciones como Greenpeace,
Si bien, dentro de cualquier sociedad podemos encontrar todas estas categorías, en México es muy marcada la número tres, el “pesimismo cínico” a lo largo de su historia y de sus desgracias, el mexicano ha encontrado un escape a través de la broma, con la broma se le resta tensión al hecho, se le da un sentido de alegría. En México la sátira es cosa del día a día, hacemos sátira de nuestra forma de hablar, de nuestras costumbres, de nuestros políticos, de nuestra religión: el llamado “ingenio mexicano”.
El humor quizá para el mexicano representa también una forma de defenderse, ante la impotencia que éste tiene frente a situaciones adversas, ante la impotencia de no poder cambiar cierta situación, el humor le da una alternativa, el ridiculizar a otro otorga poder y devuelve de alguna manera el orgullo perdido. Se puede humillar atacando la inteligencia, el aspecto físico, la clase socioeconómica, la etnia, los gustos, la nacionalidad, etc. La broma del mexicano podríamos categorizarla incluso como cruel, detrás del chiste se intenta lastimar y de la misma manera se espera que el bromeado responda con la misma agresividad que el bromista, el entrar en este juego nivela el poder entre ambas partes.
Trump no fue la excepción evidentemente, su campaña política inició con la propuesta de un muro fronterizo que tuviera como objetivo no permitir la entrada de mexicanos a Estados Unidos, llamándolos “criminales y violadores”. La actitud del mexicano ante Trump ha sido de enojo, de indignación y de repudio, esto claro, acompañado de bromas, chistes y ridiculizaciones no solo hacia Trump, sino hacia los mexicanos mismos.
Hoy más que nunca tras su elección Trump es una amenaza latente para México, un no privilegiado ante este riesgo contra la humanidad, la forma que el mexicano se ha adaptado es con el humor, se trata de hacer ver mal a Trump, nos burlamos de su muro, es un reto contra el riesgo, quizá podemos encontrar una combinación incluso entre pesimismo cínico y optimismo sostenido, aunque esto suene contradictorio, nos burlamos de que se nos quiera poner un muro fronterizo, sin embargo en el consiente colectivo está la idea de que se podrá cruzar de alguna manera.
CONCLUSIONES
Donald J. Trump como todos nosotros no es un individuo aislado, es un producto de nuestro entorno, de la modernidad. En mi opinión el mundo no había tenido un año en el que cuestionar la democracia haya sido tan necesario, con sucesos que han impactado a la vida política del mundo como el Brexit, la victoria del No a la paz en Colombia y terminando con la elección de Trump, podemos ver que la democracia y sus resultados son cuestionables.
Los tres acontecimientos que comenté anteriormente tienen algo en común, la sociedad confió demasiado en sí misma quizá, todos damos por hecho que no ocurriría el Brexit, no podíamos concebir que en Colombia se votara en contra de la paz y por supuesto veíamos imposible que un personaje como Trump llegara a la presidencia del país más poderoso del mundo, esta confianza en un sistema abstracto que es la democracia/el pueblo decidiendo que nosotros lo hemos asociado con la mejor decisión porque es lo que decide la mayoría ¿Es esto cierto? Evidentemente es que no, Aristóteles en La república nos habla de las desventajas de un sistema como éste, si bien, evita inconvenientes como la concentración del poder, señala que las masas toman decisiones viscerales y no con la razón; eso es justo lo que vimos este año.
El brexit en primer lugar, teniendo grandes problemas el Reino Unido en cuestión de seguridad anti terrorista decide salir de la Unión Europea, una decisión cuestionablemente xenófoba y que no tomó en cuenta las repercusiones que tendría esto para su economía. El No en Colombia que no permitiría firmar los acuerdos de paz con la guerrilla, en donde pudimos ver que para la gente fue más sensato buscar “justicia” que buscar la paz, tema debatible sin duda. Por último Trump un fenómeno que es difícil de entender y de explicar, difícil de entender que latinos votaran por un político con políticas de frontera cerrada al sur, que tal vez se explica por el voto de castigo a la administración demócrata de Obama y el rechazo para darle continuidad a dicho proyecto con Clinton; quizá el voto millenial que buscaba una alternativa nueva, y claro la xenofobia y el racismo que fueron parte crucial para la victoria del candidato republicano. El hecho es que con todas estas variables la pregunta es ¿Debemos dejar que todos los ciudadanos mayores de edad voten sin restricción? ¿Vale lo mismo el voto de alguien con estudios que sin estudios? ¿De alguien que trabaja o estudia a comparación de alguien que no? Lamentablemente en este trabajo no podría responder esta pregunta, pero creo que es un momento para repensarnos como sociedad, repensar el sistema político que hemos creado, un sistema en el que puede llegar un “showman” a la presidencia de Estados Unidos, o un futbolista a la presidencia municipal de Cuernavaca.
Tal vez debemos poner en la mesa de nuevo ideas como la aristocracia en el sentido aristotélico o de Saint Simon, donde los mejores nos gobiernen, claro está esto trae muchas contras, como el ¿Quién dice quiénes son los mejores? ¿Qué parámetros vamos a usar? ¿Quién va a decidir esos parámetros? Lo que es indudable es que la democracia se ha convertido en un concurso de popularidad, donde pareciera que la postura más visceral y más individualista es la que puede salir vencedora, sin que necesite pasar por un análisis lógico.
Los riesgos definidos por Giddens increíblemente en mi opinión son características que encajan perfectamente en la política de Trump, no podemos hablar en este momento si es una amenaza al nivel de Hitler como algunas personas lo han comparado, lo que sí podemos decir es que tiene ese potencial. La propuesta de repensarnos como sociedad la propongo como la quinta forma de adaptarse al riesgo, tomando como base la teoría de Giddens, es una actidud crítica y lógica en lo microsocial y lo macrosocial, identificar las falencias de nuestra sociedad y con ello poder llevar el mundo por un mejor rumbo.
“Aunque se diera el caso de que todas las armas nucleares fueran destruidas, de que no se inventará otro armamento de tal poder destructivo […] seguiría existiendo un perfil de peligro mundial. Porque si se acepta que sería imposible lograr la total erradicación del conocimiento técnico establecido, el armamento nuclear podría ser reconstruido en cualquier momento.” (Giddens 1994)
Si bien, los cuatro años del mandato de Trump pueden pasar sin los percances que hoy tememos, el daño está hecho, la semilla que se encontraba en el subconsciente de la población, esa semilla de racismo e intolerancia se ha sembrado, las repercusiones del efecto Trump probablemente las veremos pronto, no sé de qué forma, quizá el fortalecimiento de la política neo nazi en Europa, o con mayor apoyo a dictadoras como la Norcoreana, realmente es difícil saberlo, pero creo poder asegurar que pasarán.
Fuentes:
Giddens Anthony, Consecuencias de la modernidad, Alianza Universidad, Madrid, 1994.
2016, Aristegui Noticias, Recuperado de: http://aristeguinoticias.com/0308/mundo/por-que-tenemos-armas-nucleares-y-no-las-usamos-la-pregunta-de-trump/