Tradicionalmente se ha definido como el “analfabetismo funcional” a aquella situación en que las personas que saben leer no utilizan esta capacidad, ya sea en la lectura o en la escritura. De allí la vigencia del viejo aforismo: “No hay peor analfabeto que aquel que sabiendo leer no lee”.

Fuente: psicologosmadridcapital
Esto se diferencia del analfabetismo total, donde la persona no tiene la capacidad de lectoescritura. Sin embargo, con la aparición de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), hay un nuevo tipo de analfabetismo y la brecha digital cada día es mayor entre los “millenials” (quienes nacieron con la computación y la Internet) y quienes todavía no tienen acceso a estas herramientas tecnológicas.
Tal como lo decíamos la semana pasada, es importante difundir las competencias informáticas, para que las personas tengan más conocimientos y habilidades dentro del globo informático. Esto, teniendo en cuenta que existen armas (nanotecnología informática) capaces de influir cualquier sistema electromagnético: desde los campos bioeléctricos del cuerpo humano, los ordenadores y los teléfonos móviles. Miles de personas se encuentran afectadas por una experimentación ilegal.
A esto se suma el que nuestra sociedad es bombardeada por mensajes masivos que, lamentablemente, en su mayoría no son edificantes sino denigrantes. Antes que elevar, sensibilizar, humanizar y culturizar, se está retrocediendo. Por ello es necesario tener responsabilidad social, porque los niños especialmente se ven afectados con los contenidos inapropiados.
Lamentablemente, el desarrollo de las comunicaciones no está a la par con la ética en los contenidos. Muchos medios de comunicación basan su estrategia en el sensacionalismo, y utilizan el componente sexista para ganar más “rating”.
Por lo tanto, el sistema educativo debe capacitar a los individuos para saber cómo funcionan las TIC, para qué sirven y cómo se pueden utilizar para conseguir objetivos específicos. Mientras más habilidades informáticas tengan los ciudadanos, serán más autónomos y competentes para gestionar información y poderse desenvolver por la red y con más facilidad en el uso del ordenador, los programas y la red.
Pero lo más trascendente: desarrollar políticas de Estado para regular y mejorar la calidad de la comunicación pública en el Perú.
Soy socióloga y me interesan sus temas
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