
Uno de los grandes problemas que afectan a la sociedad actual es la brecha digital. Este término no solo se refiere a la brecha entre quienes tienen acceso a internet y quienes no. También engloba las diferencias de uso y habilidades entre grupos de personas.
Por ejemplo, en España, un 96,7% de la población puede acceder a internet.
Sin embargo, en términos de uso todo cambia.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) en 2019, el 30% de los adultos españoles tienen habilidades digitales básicas, mientras que solo el 12% tienen habilidades digitales avanzadas.
Pero estos datos son anteriores a la pandemia del 2020. Luego del covid-19, vivimos una aceleración en la digitalización que ha aumentado aún más la brecha digital.
La brecha digital después de la pandemia
En su presentación actualizada del Objetivo de Desarrollo Número 10, la ONU dijo: “en el frente económico, la pandemia de la covid-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores”.
En gran parte esto se debe a la aceleración en la digitalización y la automatización de procesos, lo que supuso un aumento en la brecha.
Porque las personas con conocimientos digitales avanzados tienen una gran ventaja con respecto al resto. De hecho, un informe de la Universidad de Cambridge, ya adelantaba los impactos que tendría la digitalización y automatización en el mundo laboral:
“Es de esperar impactos negativos en los colectivos más pobres y vulnerables, así como la pérdida de empleos en mano de obra poco cualificada y con salarios bajos”.
Ese cambio laboral tan brusco, donde cada vez se demandan más habilidades digitales y la automatización gana más terreno, la desigualdad se ha hecho más grande. Sobre todo, cuando hablamos de acceso a trabajos bien pagados.
En este sentido, la Cámara de Comercio Estadounidense lo representa muy bien en el próximo gráfico.
Allí vemos cómo antes de la pandemia, las industrias de tecnología y las que necesitan asistencia eran muy parejas. Sin embargo, luego de la pandemia cambió a lo que ellos llaman recuperación en forma de K.
Esto ha elevado la brecha y vemos como los trabajadores que no tienen habilidades tecnológicas son incapaces de acceder a un trabajo nuevo bien remunerado.
Entonces, la pregunta es…
¿Cómo cerrar la brecha digital y disminuir la desigualdad?
Para lograrlo hace falta la unión de los sectores públicos y privados. Ambos deben trabajar para disminuir tanto la brecha en acceso como en uso de la tecnología.
Y algunas de las estrategias que se pueden implementar son:
- Capacitación en habilidades digitales. Ofrecer programas de capacitación y educación en habilidades digitales puede ayudar a aumentar la competencia digital de las personas y reducir la brecha de habilidades.
- Políticas de inclusión. Establecer políticas y programas que fomenten la inclusión en el empleo y el acceso a la educación puede ayudar a reducir la brecha. Esto puede incluir programas de inclusión laboral para personas con discapacidades o programas de becas para estudiantes de bajos ingresos.
- Investigación. Es importante seguir investigando y monitoreando la brecha digital para poder entender mejor las desigualdades y adaptar las políticas y programas en consecuencia.
Es importante destacar que las estrategias mencionadas son genéricas y pueden variar dependiendo del contexto específico.