
¿Dónde están los sociólogos? ¿Qué hacen? Cuando su disciplina surgió y se institucionalizó, nacía con pretensiones científicas y, por tanto, con vocación predictiva. La economía, que tiene una vertiente igualmente normativa, aspiraba a describir el orden a partir del intercambio.Homo economicus, homo sociologicus: perdonen estos latinajos…
Ver para prever, decía Auguste Comte. Ciencias generalizantes (la sociología concretamente) frente a ciencias individualizantes: la historia. Teorías generales acerca del funcionamiento de la sociedad. Teorías de alcance medio para adelantar el comportamiento o los efectos de los actos humanos.
Los sociólogos tuvieron una época de esplendor: entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Era el tiempo de Émile Durkheim y de Max Weber. De ambos autores y de otros que les son contemporáneos (de Gustave Le Bon o deFerdinand Tönnies, entre otros muchos) se nutren los sociólogos actuales. Tratar loshechos como cosas para así evitar el subjetivismo o abordar la acción con significado para así captar el sentido del actor y del espectador fueron metas que Durkheim y Weber se propusieron.
Tras la Segunda Guerra Mundial, los sociólogos eran los académicos más reclamados, los eruditos más requeridos. Tenían prestigio. La estructura o el sistema servían para enmarcar (¿o enmascarar?) la acción individual y, por tanto, para restarle singularidad. Había en la sociología un sentido de fatalidad o de fatalismo. O de determinismo (muy propio de las ciencias sociales generalizantes). Como en el marxismo más estrecho.
Las grandes teorías decayeron a partir de los sesenta, pero los oficiantes mantuvieron las teorías de alcance medio: es decir, las descripciones sectoriales y normativas que servían para predecir el comportamiento en la sociedad de masas, el orden cotidiano, los valores de la gente corriente.
¿Dónde están los sociólogos ahora? ¿Predicen o simplemente dicen? ¿Opinan o determinan? ¿Valoran o prescriben? La sociología nació para explicar una sociedad convulsa: el mundo posterior a la revolución francesa. Nació para dar sentido a lo que parecía caos o anarquía intelectual, social y moral. ¿Qué nos dicen los sociólogos actualmente, tras el desorden? El desorden digital es un volumen que responde a algunas de estas cuestiones. No es obra de sociólogo, sino de historiador (Anaclet Pons), pero tiene gran vuelo…
Repito: ¿qué nos dicen los sociólogos? Yo me muero por saberlo. Soy un practicante de la historia, un oficiante de lo irrepetible. Me gustaría saber qué predicen. Sobre todo porque nos va la vida en ello. De hecho, sigo leyendo a los clásicos de la sociología. Mala cosa, mala cosa. La ciencia olvida sus clásicos, decía Alfred North Whitehead. Yo no olvido y me propongo seguir como Elias Canetti: “Ningún tema te ha abandonado. Todo sigue ahí, como antaño. Lo que te hostiga y lo que te complace…”
Artículo de Justo Serna, visto en justoserna.com