
Con la elección de Trump, muchos escritores y periodistas alineados con la Izquierda han estado buscando las diferentes razones por la caída del partido Demócratas. Respecto a su punto de vista, es el partido que no se equivoca porque usa los hechos, y estudian sobre los diferentes aspectos de la sociedad Americana. Ellos defienden los derechos de los inmigrantes, los derechos a un seguro de salud, y brindar ayuda a la clase obrera.
Mientras tanto, los republicanos desde los años 50 han sido pagados por los empresarios, donde le dan prioridad a los intereses de las corporaciones multinacionales y a lo moral de los Evangélicos. En la actualidad, han apoyado las ideas libertarias, como fronteras del libre movimiento del comercio, parar de invadir países en el medio oriente, y criticar el uso de armas nucleares por los poderes grandes, como Rusia.

Bajo la era de Trump, los dichos ideales libertarios han cambiado completamente en lo opuesto sobre fronteras rígidas con el famoso Muro, el apoyo a Putin y Rusia, y una postura para hacer crecer la potencia del ejército Estadounidense, siendo casi diez veces más grande que el ejército de China. Es una época de cambios frecuentes donde oscurece los hechos científicos optando por los sentimientos populistas. Es simplemente hablar, no pensar.
Provocando una reacción al populismo, partidarios Demócratas atribuyen la sospecha de la realidad a los medios de comunicación en los Estados Unidos, el incremento del desempleo, e, interesadamente, el movimiento académico de las últimas décadas: el posmodernismo.
Michel Foucault, Jacques Derrida y Jean Baudrillard representan el movimiento, criticando al estructuralismo y analizando el contexto de cómo la persona construye “la verdad,” basado en su perspectiva subjetiva. Es la corriente filosófica originada en la fenomenología, y postulando que los conceptos e ideales aceptados por la población en general que no exactamente poseen objetividad. En sí, el Foucault y Derrida más se enfoca en lo que las verdades aceptadas niegan, y los posmodernistas descontruyen las faltas en las verdades generales. Y por estas críticas de los cuentos oficiales, los Demócratas denuncian el posmodernismo.
Ellos confunden que los que apoyan a Trump no sólo critican a las historias oficiales, sino que, inventan nuevas conspiraciones para encajar la historia en sus propias creencias. Citando como ejemplo: en la masacre de 21 niños en Sandybrook, Connecticut, EEUU no fue por una persona que necesita ayuda psiquiátrica, al contrario, fue una conspiración de la Izquierda para implementar nuevas leyes de control de armas. Otro caso similar, como la masacre de Bowling Green, un evento que nunca sucedió, pero que la consejera del actual presidente de EEUU, Kellyanne Conway, lo señala como una razón de bloquear la entrada de inmigrantes a varios países en el Medio Oriente. Creen sin dudar, y usan la historia inventada para apoyar sus creencias.
La creación de “nuevas historias” no es lo que define el posmodernismo. Michel Foucault no creó nuevos datos en El Poder Psiquiátrico. Jacques Derrida no construyó nuevos pensamientos de la Semiótica, sino otra manera de ver que una palabra no tiene sentido por sí misma, sino por las otras palabras en el mismo contexto. La relación entre la invención de la verdad con la crítica de la verdad, es saltar a la conclusión de que sospechar o preguntar es una total blasfemia. Y ese sentimiento de confiar sólo en los medios estatales contribuye a un estado totalitario que controla totalmente el pensamiento de la gente.
El posmodernismo ya fue parte del sufrimiento que se dió en los años 80 y 90 a causa del intelecto de los institucionales. No es merecedor de abuso.