Como bien es sabido, existen diferentes maneras de abordar e interpretar la realidad social y cada científico social escoge la que más considera oportuna tomando en cuenta los objetivos de sus investigaciones y el método que es preciso escoger para acercarse al objeto-sujeto de estudio.
Si se hace una retrospectiva se puede apreciar el trabajo de los científicos sociales que han sido denominados “clásicos”, dicho nombre se lo han ganado porque su pensamiento y obras han sido de gran trascendencia para el desarrollo de la teoría sociológica; cada uno de ellos se enfocó y enfatizó en distintos aspectos de la realidad social para llegar a la comprensión de la misma, haciendo uso de una perspectiva micro o macro sociológica; pero, ¿qué es lo micro?, ¿qué es lo macro?, ambas ¿son posiciones totalmente contrapuestas o pueden llegar a integrarse?. Muchas de estas preguntas comenzaron a ser respondidas por varios científicos sociales que tomando en cuenta la obra de los clásicos iniciaron a analizar hacia cuál de las dos perspectivas se orientaban más; hasta que posteriormente se contempló la idea de una integración entre las dos. Relacionado a ese aspecto es necesario evitar confusiones y por ello debe saberse que lo micro no hace referencia a lo pequeño ni lo macro a lo grande he aquí en donde muy oportunamente se acopla un refrán que dicta: “las apariencias engañan”.
El esquema micro – macro debe ser entendido como un esquema analítico por medio del cual pueden posicionarse dos enfoques cada uno con sus particularidades, pero; teniendo un centro en el cual está ubicado el individuo. Uno de esos enfoques es el llamado “micro”, ese lado, se caracteriza por la no homogeneidad, la lógica de la separación y del intercambio (en donde un individuo guiado por la razón instrumental e individual busca siempre algo a cambio), aquí también se puede ubicar el orden contingente en el que es necesaria una coerción externa. En el lado macro se encuentra posicionado el orden basado en la lógica del cuidado y la racionalidad colectiva en donde el grupo tiende a ser homogéneo; en ambos lados micro y macro existe un lazo social, sin embargo; en cada uno de ellos es un lazo social diferente ya que en uno predominará el individuo (micro) y en el otro el colectivo (macro).
Aunque en apariencia, los dos lados se convierten en extremos, es preciso tomar en consideración que el individuo posicionado al medio de ambos puede moverse hacia un lado y hacia otro, incluso en este aspecto podría pedírsele al lector, haciendo uso de su imaginación, que se ubicara viendo hacia el frente en un tablero y se visualizara en el centro del mismo teniendo al lado derecho lo “micro” y del lado izquierdo “lo macro”; y aunque éstos parecieran extremos, el lector se dará cuenta que en ocasiones algunas de sus acciones se posicionan más cerca de un lado; pero que sería imposible descartar el otro lado.
Para entender de mejor manera en qué consiste el esquema micro-macro es necesario ejemplificar y para ello será útil recordar los dos tipos de solidaridad estudiados por Emilio Durkheim:
La solidaridad mecánica hace alusión a aquéllos grupos tradicionales en donde la preeminencia del grupo sobre el individuo es notoria y en donde existe una lógica de comunidad ya que se considera que quien hace daño a un individuo de la comunidad se lo hace también a la totalidad de la comunidad; se puede decir que aunque no sea reconocido un derecho penal como tal, hay un castigo para quien trasgreda las normas que la comunidad ha instituido. Haciendo una analogía con las características de la solidaridad mecánica que según Durkheim es la que mantiene cohesionada a las sociedades tradicionales, se puede mencionar el caso de las primeras comunidades religiosas cuya mención se hace en uno de los libros de la Biblia específicamente en Hechos de los Apóstoles, en donde todos comparten todo y hay sentido de pertenencia y lealtad a la comunidad. Según los aspectos mencionados se puede ubicar la solidaridad mecánica del lado “macro” debido a la preeminencia del colectivo sobre el individuo y la homogeneidad del grupo aparte de tratarse de una sociedad guiada por la tradición y los valores colectivos.
En el caso de la solidaridad orgánica se puede decir que ésta se ubica del lado “micro” puesto que el tipo de cohesión es diferente al anterior y aquí prevalece más el individuo sobre el grupo; el individuo se conduce mediante la racionalidad instrumental en la cual se contempla el uso de medios para lograr ciertos fines, en este lado del esquema lo que mantiene cohesionados a los individuos no es el sentimiento de comunidad o pertenencia sino el interés y conveniencia enmarcados en un orden contingente que ejerce presión externa con la imposición de normas y leyes que son aceptadas por los individuos.
Después de mencionar los casos anteriores y teniendo más clara la idea de lo micro y lo macro, es válido intentar plasmar un ejemplo hipotético de cómo un individuo aunque forma parte de una sociedad tradicional puede irse acercando con algunas de sus acciones al lado micro sociológico:
Tomando como guía el mito de la caverna de Platón y suponiendo que los hombres atados de pies y manos que allí se encontraban pertenecían a una sociedad tradicional (lado macro) y que después de su larga estadía en la caverna uno de ellos logra desatarse y salir al mundo exterior, fuera de la caverna, y guardarse para sí la idea de lo percibido afuera y no alentar a los demás a que ellos fueran libres y se desataran como él; podría decirse que ese hombre se acerca a la lógica micro en donde su beneficio individual sobrepasa al colectivo. Sin embargo, lo que sucede en la narración original es lo contrario, ya que el individuo que logra desatarse quiere que los demás también lo hagan y contemplen los objetos reales tal y como son y no solamente las sombras de los mismos, sin embargo si se supone que logra desatar al resto de sus compañeros y ellos creen que el beneficio de la comunidad se encuentra en el interior de la caverna y que salir al exterior le provocará daño a toda la comunidad procederán bajo la lógica del cuidado y matarán a aquél que está contraviniendo el orden establecido por la comunidad (lado macro).
Atendiendo a otros ejemplos de fenómenos sociales que pueden ser estudiados desde ambas perspectivas analíticas, puede mencionarse el tema de la dominación estudiada desde la postura Weberiana; por un lado se encuentra la dominación tradicional propia de los reyes en donde Dios era quien otorgaba el poder a la figura del rey, la legitimidad de ese poder se basaba en la voluntad divina; el pueblo y los súbditos debían aceptar ese mandato; Iglesia y Estado tenían un poder similar y compartido. Como se puede observar este tipo de dominación pertenece al lado “macro”, en cambio, la dominación legal – racional pertenece al lado “micro” puesto que es el Estado en su calidad de garante de derechos humanos, sociales y políticos quien otorga a la sociedad leyes y normas que si son trasgredidas tienen consecuencias penadas o castigadas, pero ya no a la manera tradicional, sino ejerciendo el derecho restitutivo.
Otro tema que pertenece al lado “micro” pero sin deslindarse por completo de la perspectiva “macro” es el caso de las tribus urbanas compuestas por jóvenes que tienen intereses comunes y visten de forma singular para diferenciarse del resto; practican actividades similares y escuchan el mismo tipo de música; los individuos al pertenecer a este tipo de grupos lo que buscan es aceptación y sentirse integrados, pertenecidos a un colectivo y es por ello que se someten a las normas establecidas por los miembros de la tribu. Se dice que se ubica del lado “micro” puesto que la racionalidad individual es la que domina por encima de la colectiva, además los intereses individuales son lo que prevalecen a pesar de la estancia en grupo.
Según lo que hasta este momento se ha estado analizando, es preciso señalar que ningún fenómeno social y ninguna teoría sociológica pueden ubicarse en ninguno de los dos extremos puros sino que en el plano intermedio de ambos o situándose también uno cerca del otro aunque no precisamente en el mismo cuadrante.
Otro fenómeno social que según sus características puede analizarse mejor desde la perspectiva micro es la llamada cultura de consumo que cobra mayor importancia con la Posmodernidad en la cual es muy importante la explosión de las diferencias y el reconocimiento de las mismas, aunque no su aceptación; con la posmodernidad y dada la influencia de los medios masivos de comunicación la actividad adictiva de consumir se hace cada vez más necesaria y se difunde la idea de la compra de ciertos productos y consumo de determinadas marcas para elevar el estatus social del individuo y obviamente cambia la forma en la que es visto ya que éste también se vuelve un producto vendible sobre todo por el notorio culto al cuerpo. Es así como el individuo guiado por la lógica del intercambio no solamente económico, fomenta el pensamiento individualista en la búsqueda del propio bienestar y comienza a vivir una doble moral en donde todo puede ser considerado como bueno o malo dependiendo de las circunstancias y se convierte en realidad la frase maquiavélica de “el fin justifica los medios” (racionalidad instrumental). En la cultura consumista las relaciones amorosas también se visualizan como superfluas y condicionadas por la apariencia, se construye otra forma de lazo social, ello se refleja en el denominado “amor líquido” que es un concepto creado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. El lazo social en la perspectiva “micro” puede enmarcarse dentro del “darwinismo social” en donde la sobrevivencia la obtiene el más fuerte en relación a los demás, es el predominio del sentir individual por encima del sentido de la comunidad, en el caso de la cultura consumista el más fuerte será aquél más popular, el que está a la moda, el que tenga las posibilidades de comprar productos y marcas a los cuales otros individuos no pueden acceder.
Con el propósito de desmitificar la idea de que lo micro es pequeño y lo macro es grande, es necesario mencionar la dependencia entre países que también se desarrolla dentro del fenómeno del darwinismo social (perspectiva micro) en donde los países más poderosos y con mayor potencial económico y tecnológico se aprovechan de las materias primas y de la debilidad del Estado y economía de los países vulnerables o también llamados del tercer mundo que para estar dentro de la lógica del mercado deben competir sabiendo anticipadamente que los más fuertes son los vencedores o los países ricos.
Ahora bien, si el lector recuerda las preguntas planteadas al principio del ensayo podrá darse cuenta que todavía está pendiente dar respuesta a una de ellas, aquélla relacionada con la integración micro-macro. De dicha integración se puede decir poco al respecto, puesto que aunque existen muchos teóricos que han pretendido realizar una integración entre lo micro y lo macro, sus intentos han fracasado ya que o le dan mayor importancia a un lado o al otro; para algunos el problema es que esa integración se ha dejado solamente en manos de los teóricos y no de los metodólogos y tendría que ser un trabajo de ambos; además para lograrlo es vital la búsqueda del famoso punto de equilibrio o punto medio apelado por Aristóteles y poner en práctica la siguiente frase: “lo importante es cambiar la forma de ver las cosas”.
En conclusión, el esquema micro-macro debe entenderse como una herramienta metodológica útil para el análisis de los fenómenos sociales desmitificando la idea de que lo micro hace alusión a lo pequeño y lo macro a lo grande; para entenderlo es importante tener una mirada más amplia de las cosas y ser capaz de visualizar la compleja realidad social tomando en cuenta ambas perspectivas, teniendo claro que los extremos no existen y que es preciso encontrar el punto de equilibrio.
Artículo de Susan Ileana Gómez Guerra
BIBLIOGRAFÍA:
Ritzer, G. (1993). Teoría sociológica contemporánea. Madrid: MacGraw Hill.
Fotos: tribusurbanas.net, www.legaltoday.com y 15consumismo.blogspot.com.es