La suerte me acompañó el 70 cuando conversamos varias personas inclinadas a la poesía en el cabildo olvidado y gratamente recibí la esencia espiritual de su alma convertido en poema…” Llamado a la llamarada” firmada por él para mí que terminó el 93 en manos de la policía…gesto de Carlos cuya dedicatoria la guardo en un rincón inolvidable.

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