• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar

Ssociólogos | Blog de Actualidad y Sociología

Blog de Actualidad y Sociología

  • Inicio
  • Artículos
    • Economía
    • Género
    • Internet
    • Movimientos sociales
    • Política
    • Sociedad
    • Otros temas
      • Antropología
      • Cultura/Valores
      • Ecología/Medio Ambiente
      • Entrevistas
      • Filosofía
      • Historia
      • Internacional
      • Medios de Comunicación
      • Ocio/Turismo/Deporte
  • La Sociología
    • Apuntes
    • Pensamiento Sociológico
    • Material Sociológico
    • Autores destacados
  • Contacto
  • Foros
  • Desconectarse
  • Inicio
  • Artículos
    • Economía
    • Género
    • Internet
    • Movimientos Sociales
    • Política
    • Sociedad
    • Otros temas
      • Antropología
      • Ecología/Medio Ambiente
      • Entrevistas
      • Filosofía
      • Historia
      • Internacional
      • Medios de Comunicación
      • Ocio/Turismo/Deporte
      • Psicología
  • Colabora
  • La Sociología
    • Biblioteca Sociológica
    • ¿QUÉ ES LA SOCIOLOGÍA?
    • ¿QUÉ ESTUDIA LA SOCIOLOGÍA?
    • ASPECTOS SOBRE EL NACIMIENTO DE SOCIOLOGÍA
    • DÍA DEL SOCIÓLOGO 1 JUNIO: ¿PARA QUÉ SIRVE LA SOCIOLOGÍA?
    • EXPLICACIÓN DE LA SOCIOLOGÍA MEDIANTE LOS PREJUICIOS ADJUDICADOS A ESTA CIENCIA
  • Contacto

El Partido Pirata de Alemania (Podemos alemán) – De fenómeno político-mediático a desastre electoral

junio 15, 2014 by Michael Neudecker 2 Comments

Hace dos años la política en Alemania vivió un fenómeno parecido al que hoy ocurre en España: el hastío del electorado hacia los grandes partidos provocó la irrupción en las urnas de una pequeña e inexperta formación. Durante meses, los medios de comunicación ensalzaron al Partido Pirata (Piratenpartei) e incluso dieron la bienvenida a una nueva forma de hacer política, fresca, joven, directa, más democrática y basada en las redes sociales. El éxito parecía arrollador e imparable. Sin embargo, en sólo dos años pasaron de una intención de voto del 13% (lo que les hubiera convertido en tercer partido en Alemania) a  un resultado del 1,4% en las pasadas elecciones europeas. 

piratenpartei-berlin

Empezó como una pequeña e inofensiva expresión de rebeldía. El 10 de septiembre de 2006 nació la versión alemana del Partido Pirata, creado en Suecia ese mismo año con el objetivo de protestar contra las prohibiciones que los gobiernos europeos estaban legislando contra las descargas gratuitas de internet. Sus miembros eran pocos y pertenecían a un grupo social concreto y definido. Urbano, joven y “enganchado” a las nuevas tecnologías, según un estudio de la Central Federal para la Formación Política (Bundeszentrale für Politische Bildung).

Apenas nadie se hacía eco de sus actividades e incluso de su existencia más allá de la reducida comunidad de internautas activos. Eran una tribu reducida y homogénea. Pero súbitamente se dieron una serie de circunstancias que catapultaron al Partido Pirata al éxito y a la fama: la aparición de las redes sociales y el cansancio entre los votantes de los grandes partidos, CDU y SPD, que en ese momento compartían una gran coalición (2005-2009).

El desencanto de una parte cada vez mayor del electorado, sobre todo joven, con respecto a la política tradicional, abrió la puerta a los piratas que supieron enganchar perfectamente con ese estado de ánimo y acertaron tanto en el mensaje como en los medios de propagarlo. Mientras los grandes partidos todavía se preguntaban qué eran las redes sociales y para qué servían, los piratas ya estaban inundando Facebook y Twitter con su relato inconformista, rebelde y transgresor.

En los carteles electorales podía leerse mensajes como: “Preparados para cambiar”, “Somos románticos”, “Por fin gente normal”, “Existe una actualización para este sistema”, etc… Un lenguaje, unos temas y una forma de presentación que conectaban perfectamente con el electorado joven, urbano, usuario de las redes y muy crítico con el sistema de partidos tradicional. No podía fallar, y no lo hizo precisamente en el lugar más adecuado: Berlín.

Los buenos tiempos

El 18 de septiembre de 2011, justo cinco años después de su nacimiento, el Partido Pirata celebró su primer y espectacular éxito electoral: 120.000 votos, el 8,9% del total, en las elecciones al parlamento regional de Berlín. Fue una gran sorpresa y su inesperada victoria y el exotismo de sus miembros (iban disfrazados de piratas en la noche electoral) provocó las delicias de los medios de comunicación que rivalizaban en su entusiasmo a través de sus titulares. El semanario Focus tituló “Ola perfecta para los piratas”; Der Spiegel tiró por lo obvio (“Los piratas al abordaje del Parlamento”); y el periódico considerado más serio de Alemania, Die Zeit, apostó por las emociones: “El fundador de los piratas llora de alegría”.

Fue el comienzo de un fenómeno mediático sin precedentes en la política alemana. Los medios de comunicación competían por ofrecer el lado más simpático e idealista de estos novatos en la política alemana. Les atribuían valores como “inteligencia emocional”, “transparencia”, “participación”, incluso se les presentó como los adalides de la “democracia líquida” o “democracia 4.0”, según la cual la existencia de internet permite a los ciudadanos una participación directa en la toma de decisiones sin la necesidad de intermediarios. 

Abgeordnetenhauswahl Berlin - Piratenpartei

Eran el partido de moda. De la noche a la mañana todos querían conocer a los piratas y pertenecer al grupo. Según la web de datos estadísticos http://de.statista.com/, si los piratas tenían 11.720 miembros en diciembre de 2010 (11.394 en diciembre de 2009), en diciembre de 2011, tres meses después del éxito de Berlín, los afiliados ya se habían casi doblado hasta alcanzar los 19.200. Empezaba 2012 y la espiral de éxitos no tenía fin.

Llegaron otras elecciones regionales y el Partido Pirata aprovechó la ola para entrar en los parlamentos de los Länder de Sarre (con el 7,4% de los votos), Schleswig Holstein (con el 8,2%) y en el Land más poblado de Alemania, Nordrhein-Westfalen (con el 7,8% de los votos). La popularidad iba en aumento y con ella el número de afiliados, que en agosto de 2012 ya superó los 34.000 (tres veces más que antes del éxito en Berlín).

Pero la guinda llegó en abril de 2012, cuando en una encuesta del instituto Forsa se atribuyó al Partido Pirata una intención de voto directo del 13%, lo que hubiera convertido a los piratas en el tercer partido a nivel federal por encima de Los Verdes (Die Grünen). Su popularidad era tan grande que uno de cada tres votantes alemanes sentía simpatía hacia ellos e incluso podría imaginarse votarles en alguna ocasión.   

La decadencia

Todo iba viento en popa para los piratas hasta que se dieron de bruces con la realidad. En pleno auge de su popularidad, comenzó la decadencia. Surgió una brecha insalvable entre la dirección del partido, los recién nombrados diputados y el resto de la base de militantes.

Cuando los diputados de los piratas empezaron a conocer las rutinas parlamentarias se dieron cuenta de que no eran compatibles con la transparencia y la participación directa que les exigían sus bases. Los militantes querían tomar todas las decisiones, hasta las más nimias. Esto chocaba con las complejidades técnicas de la vida parlamentaria. La elaboración y presentación de iniciativas parlamentarias, enmiendas, preguntas, etc. Todo debía ser sometido a la democracia directa. Un imposible para el día a día de un grupo parlamentario.

Los piratas entraron en una contradicción interna grave. Por un lado se mostraban como los únicos defensores de la democracia directa y los únicos que la aplicaban gracias a internet. Era su seña de identidad, el elemento que les diferenciaba del resto de partidos. Sin embargo, a la hora de querer trabajar en la política real, esa participación directa y la transparencia en internet “demostraron ser una maldición, ya que la propia dirección terminó por despedazarse en público a través de las redes sociales” (Der Spiegel).

Surgieron varios conflictos: por un lado entre la dirección y la militancia de base, que calificó a sus dirigentes de traidores por no someter la totalidad de su actividad a referéndum electrónico (incluso se llegó a debatir seriamente celebrar congresos online), y entre la misma élite del partido por falta de un proyecto común y de disciplina a la hora de asumir las decisiones.

Es decir, el Partido Pirata acabó sufriendo la contradicción de ser un partido que funcionaba como partido y que quería estar en un parlamento, pero que abjuraba a los cuatro vientos de su naturaleza de partido. En la propia esencia de su éxito estaba la semilla de su fracaso, ya que los electores les eligieron por ser diferentes al resto de partidos, incluso por ser un no partido, y por eso mismo se acabó rompiendo y hundiendo porque no pudo ser operativo en el parlamento.

Lo que siguió fue un camino de sufrimientos y muerte lenta para los piratas. Solamente entre noviembre de 2012 y enero de 2014 celebraron cuatro congresos en los que la ejecutiva fue cambiando de nombres sin cesar. Las luchas internas se hacían cada vez más encarnizadas y de la imagen de modernidad, juventud y frescura, se pasó rápidamente a la del ridículo. Los medios de comunicación dieron un giro de 180 grados en el contenido de sus informaciones, y el Partido Pirata dejó de ser el referente de la nueva política para convertirse en un ejemplo de decadencia y de utopía mal gestionada: El periódico conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung escribía: “Los piratas: anatomía de un desastre”; el semanario Der Spiegel se preguntaba “¿Ha fracasado el experimento de la democracia líquida?”; incluso el diario de izquierdas berlinés TAZ (muy próximo al segmento del votante de los piratas) publicó una guía de “9 pasos para la autodisolución” del Partido Pirata.

El fenómeno mediático se acabó convirtiendo en un infierno y la imagen de los piratas se arruinó con la misma rapidez con la que se encumbró. Las consecuencias electorales no se dejaron esperar. En las elecciones generales al Bundestag el pasado septiembre de 2013, los piratas solamente consiguieron el 2,2% de los votos y no pudieron superar la barrera del 5% para tener representación parlamentaria, cuando tan solo un año y medio antes las encuestas les daban el 13% de intención de voto. Las pasadas elecciones europeas del 25 de mayo, generalmente propicias para el voto protesta, el resultado fue aún peor: un 1,4%.  

Ante esta experiencia surgen una serie de preguntas: ¿Son los piratas de Alemania una lección para otros fenómenos políticos y mediáticos? ¿Puede funcionar una organización política en un sistema de partidos sin ser un partido? Y, en definitiva, ¿puede una organización que se convierte en fenómeno mediático sobrevivir a las modas?

Comparte esto:

  • WhatsApp
  • Telegram
  • meneame
  • Bitacoras
  • Correo electrónico
  • Más
  • Pinterest
  • Delicious
  • Reddit
  • Imprimir
  • diigo

Filed Under: Internacional, Política Tagged With: Alemania, fenómeno político mediático, Partido Pirata, podemos

Reader Interactions

Comments

  1. Manel says

    agosto 18, 2014 at 7:54 am

    Considero que el intento de extrapolar el caso del P. Pirata al “previsible” (cómo se deja entrever) futuro de “Podemos” es excesivamente simplista. Un análisis más competente debería resaltar en primer lugar – y no cómo un hecho sólo circunstancial- el desgaste de los partidos al uso y las escasas probabilidades de remontar la situación si no se someten a una poco probable refundación radical. En éste sentido, las nuevas formaciones que llamamos “alternativas” son necesarias, tienen un claro espacio político dónde actuar y son imprescindibles o – dicho de otra manera- inevitables mal que le pese a la rutina establecida y – cómo todo hijo de vecino- cometerán errores que les ayudarán a crecer. Recuerden que muy pocas personas apostaron por los partidos ecologistas y sin embargo ahí están…

    Responder

Trackbacks

  1. El Partido Pirata de Alemania– De fenómeno político-mediático a desastre electoral | Debate 21 dice:
    julio 14, 2014 a las 7:03 pm

    […] Ssociologos.com […]

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Primary Sidebar

Apúntate a nuestra newsletter




Recuerde

El blog y su autor son independientes (ni a favor ni en contra) de las ideas o opiniones de los artículos que se publican en la web.

Copyright © 2023 en Ssociologos · Política de privacidad - Política de cookies - Aviso legal - Amazon Afiliados

We use cookies on our website to give you the most relevant experience by remembering your preferences and repeat visits. By clicking “Accept All”, you consent to the use of ALL the cookies. However, you may visit "Cookie Settings" to provide a controlled consent.
Cookie SettingsAccept All
Manage consent

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. These cookies ensure basic functionalities and security features of the website, anonymously.
CookieDuraciónDescripción
cookielawinfo-checkbox-analytics11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Analytics".
cookielawinfo-checkbox-functional11 monthsThe cookie is set by GDPR cookie consent to record the user consent for the cookies in the category "Functional".
cookielawinfo-checkbox-necessary11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookies is used to store the user consent for the cookies in the category "Necessary".
cookielawinfo-checkbox-others11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Other.
cookielawinfo-checkbox-performance11 monthsThis cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Performance".
viewed_cookie_policy11 monthsThe cookie is set by the GDPR Cookie Consent plugin and is used to store whether or not user has consented to the use of cookies. It does not store any personal data.
Functional
Functional cookies help to perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collect feedbacks, and other third-party features.
Performance
Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.
Analytics
Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.
Advertisement
Advertisement cookies are used to provide visitors with relevant ads and marketing campaigns. These cookies track visitors across websites and collect information to provide customized ads.
Others
Other uncategorized cookies are those that are being analyzed and have not been classified into a category as yet.
GUARDAR Y ACEPTAR