
La administración pública en El Salvador, históricamente no ha tenido formación profesional, debido a que los gobiernos de la derecha han considerado a las instituciones del Estado, como un espacio para otorgar plazas de trabajo a sus correligionarios, amigos y familiares. Es decir, que no ha existido una concepción de la necesidad de elaborar planes, programas y políticas públicas de largo plazo, para resolver problemas de índole estructural.
La administración pública al no ser una profesión de carrera y carecer de una ley que la regule, ha ocasionado como resultado la disfuncionalidad de la institucionalidad del Estado, que ha repercutido y ha afectado a la ciudadanía, en especial a los clientes y usuarios que utilizan los servicios públicos que brinda el Estado en las diferentes áreas.
El enfoque la de gerencia pública es reciente, aproximadamente tiene cuatro décadas de haberse puesto en boga, en particular en los países anglosajones. En El Salvador se puede considerar que es de reciente abordaje y de forma marginal, hasta este año de 2018 se abrió la Escuela Nacional de Formación Pública.
El enfoque de la gerencia pública se ha abordado en el contexto de la modernización del Estado, es decir, que es indispensable que las instituciones del Estado sean funcionales, y para lograr el objetivo están obligadas en el ejercicio de su rol a tener, eficiencia, eficacia, calidad y legitimidad.
Eficiencia en el cumplimiento de la misión y visión institucional, los cuales se objetivan en la ejecución de los programas y planes gubernamentales;
Eficiencia en el sentido que se logren los propósitos a menor costo y que la inversión sea rentable desde el punto de vista económico, financiero, social y cultural, etc., en el sentido que los ingresos fiscales o les empréstitos internacionales sean bien invertidos, al evitar el desperdicio de los recursos, malversación y sustracción indebida por parte de los funcionarios públicos, por tal razón las rendiciones de cuentas y la transparencia en la función pública son indispensables;
La calidad en la prestación de servicios o recursos demandados por la ciudadanía a las instituciones del Estado, se percibe cuando se brindan con niveles ópticos de satisfacción de las expectativas de la población demandante, de acuerdo con parámetros internacionales sobre la calidad, esta puede ser observada y evaluada a nivel nacional y también por organismos internacionales que otorgan certificados de cumplimiento con los estándares internacionales de la calidad;
La legitimidad, tiene relación directa con el ordenamiento jurídico nacional y con la justificación de su existencia en cuanto que son o no, necesarias para brindar servicios a la población, estas dos cualidades tienen que ver, en el contexto macro con el tipo sistema político y con el modelo económico que prevalece en el país.
En El Salvador no existe una ley de la función pública; el rol de la administración de la institucionalidad estatal y de la gerencia pública tienen relación directa con las visiones de nación que los partidos políticos tengan previstos en sus planes de gobierno, significan, que son de corto alcance e inmediatistas, a tal grado, que cada quinquenio, que se efectúan las elecciones presidenciales, por lo general los planes, programas y políticas públicas son cambiadas, de acuerdo con la visión del nuevo Poder Ejecutivo y obviamente de partido político en el gobierno.
En este contexto, a nivel práctico nacional se dificulta que el gerente público en el ejercicio de su rol se pueda convertir en agente de cambio, asimismo, transformar la institución donde labora como parte de una estructura nacional que está incidiendo en la transformación social, para contribuir a la construcción de una sociedad con mejores niveles de participación plena y activa de la ciudadanía.
No obstante, el gerente público puede establecer la diferencia de la institución donde labora, desde el punto de vista de la efectividad y funcionalidad de la organización, en la medida, que resuelva los problemas y satisfaga las necesidades de la población que solicita sus servicios. Claro, el nivel de las habilidades y de los conocimientos del gerente público son de gran importancia para definir la estrategia y la gestión de los elementos internos y externos.