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Blog de Ciencias Sociales y Sociología | Ssociólogos

Los trastornos del sueño y su impacto socio-laboral

octubre 1, 2018

Está comprobado que nuestra sociedad duerme una media de dos horas menos de lo que lo hacía en el siglo pasado. Los avances tecnológicos, sobre todo los relacionados con la comunicación, han reducido drásticamente nuestras horas de sueño y, además, han disminuido su calidad.

El estrés de la vida moderna, la necesidad casi enfermiza de estar al día de todo lo que pasa en medios de comunicación y en las redes sociales, la obsesión por contestar a mensajes e emails en el mismo momento que los recibimos, y otros factores similares hacen que tengamos menos tiempo para dormir y, por lo tanto, asistamos a una disminución notable de nuestra calidad de vida.

Son muchas las personas que no duermen porque, en sus propias palabras, no tienen tiempo o, simplemente,  no lo necesitan. Presumen así, arrogantemente, de su capacidad de trabajo y su alto nivel productividad, ignorando por completo los estudios científicos que demuestran que están equivocados. Pero, está demostrado que la falta de sueño provoca problemas de memoria, dificultad de concentración, incapacidad de tomar decisiones adecuadas y mala gestión de situaciones complejas.

Por otro lado, también están aquellos a los que al menos uno de estos 7 trastornos del sueño más comunes no les dejan descansar de la manera más adecuada. El insomnio afecta a una cuarta parte de la población y hace que aquellos que lo padezcan tengan una sensación de somnolencia durante el día, que se ve reflejada tanto en la disminución del su índice de productividad, como en su calidad de vida.

Mientras dormimos, nuestro organismo produce una serie de reacciones químicas que nos ayudan a combatir enfermedades, a la vez que contribuyen a la recuperación tanto de nuestro cuerpo, como de nuestro cerebro. Para una buena salud no solo física, sino también mental, el cuerpo de un humano adulto requiere de entre 7 y 9 de sueño, dependiendo de la edad y características de cada persona. Pero no solo eso, sino que, además, esas horas de sueño deben ser de calidad. Es decir, sin interrupciones y de manera profunda.

Para conseguir un sueño de calidad, que sea reparador y nos ayude a enfrentar el nuevo día, los expertos dan múltiples consejos. Tener una rutina, que incluya, en la medida de los posible, acostarse y levantarse siempre a la misma hora, no utilizar dispositivos móviles, evitar las cenas copiosas y las bebidas excitantes antes de irse a dormir, o realizar ejercicio físico durante el día, son algunas de las cosas que podemos hacer para intentar mejorar un aspecto tan fundamental de nuestras vidas.

Expertos en sueño, como el doctor Eduard Estivill apuntan también a la importancia de aquello que soñamos en la calidad de nuestro descanso. Y no porque soñar con bonitos y relajantes paisajes consiga que nuestro sueño sea más reparador que si soñáramos que estamos peleando con dragones voladores. Se trata del simple hecho de soñar. Dicen los expertos que si eres capaz de recordar los sueños, quiere decir que no estabas durmiendo profundamente y, por lo tanto, tu sueño es más inestable y menos eficiente. Pero, cuando se tiene algún trastorno del sueño es importante analizar también aquello que aparece en nuestros sueños, ya que esto puede ser indicativo de preocupaciones o problemas ocultos en nuestro subconsciente,  que nos impiden descansar en profundidad. Si tienes sueños recurrentes y siempre has querido saber su significado, el libro de psicoanálisis de los sueños puede ser un primer paso para entender aquello que te preocupa, analizarlo e intentar conseguir una mayor calidad del sueño.